"No existen más que dos reglas para escribir: tener algo que decir y decirlo"
Oscar Wilde

domingo, 24 de junio de 2012

De pesca


Hace cerca de mes y medio, o quizá algún día más, tuve la oportunidad de visitar las instalaciones de la Autoridad Portuaria de Valencia, a cuenta del Máster que he cursado este año en Control de Gestión y Finanzas.
Tranquilos que no pretendo, en absoluto, hablar de los costes ni de las instalaciones de la misma.

Ese día fui al puerto con los compañeros con los que he compartido proyecto fin de máster un poco antes y les enseñé un poco la Marina portuaria y lo que había en ella. Hacía tiempo, mucho, que no pasaba por allí…


Una imagen me cautivó:




Un pescador.

¿Qué por qué me llamó la atención esta imagen? Estaba solo.
Unos metros más allá, a la derecha de la imagen, había más pescadores, juntos, hablando, riendo, tratando de pescar. 

Si embargo, pude observar varias cosas en este pescador solitario:

- estaba solo
- estaba a la sombra
- estaba preparado con lo necesario
- estaba pacientmente esperando, en silencio, observando y prestando atención...

¡¡Cuánto se puede aprender de este hombre!! No sé cuánto tiempo llevaría allí, pero me hizo reflexionar sobre la vida y la relación con Dios.

Para conseguir su objetivo (un pez/pescado) sabe que necesita tranquilidad, paciencia y tiempo, mucho tiempo. Es por ello que se sitúa a la sombra y alejado de los demás pescadores "alborotadores".

Cada vez que veo la foto me vienen las palabras paciencia y tiempo. Pienso en todo lo que aún tengo que aprender y cambiar en mi vida. Que hay que estar preparados y pasar tiempo invirtiéndolo en la relación con Dios. 

También veo en ese pescador a Dios, mostrando su Amor y paciencia por mí, mis defectos, mis fallos, con todo el tiempo del mundo y sabiendo que Él está por mi, dedicado a cuidarme y protegerme si me dejo y permitiéndole el acceso directo a todas las áreas de mi vida, para transformarlas. 


Sigo pensando en esta imagen y en todo lo que me dice... 


Y aprendo a "pescar".






domingo, 17 de junio de 2012

Mirando al cielo

Soy plenamente consciente de que he cambiado, sin explicar la razón, el nombre del blog.

"Mirando al cielo" quiero que sea una forma de mostrar y contar cómo trato de alcanzar la meta en la Voluntad de Dios, pero también quiero poder transmitir y relatar aquellas cosas que me llamen la atención de este mundo en el que podemos marcar una diferencia, si es que realmente lo queremos.

Hasta ahora, el Pequeño Rincón era una gran mezla de cosas. La esencia va a ser la misma, pero trataré de hacerlo de una forma diferente, de forma que haya un nexo entre todo. Un gran reto después de casi 5 años.

Así que, ¡bienvenido de nuevo!

Para empezar con este nuevo giro, simplemente dejo 3 versículos que me marcaron el día de ayer, todos en el libro de Proverbios, capítulo 16. Los considero indispensables para poder mirar al Cielo cada día.

"La mente del hombre planea su camino, pero el Señor dirige sus pasos" (v.9)

"Hay camino que al hombre le parece derecho, pero al final es camino de muerte" (v.25)

"La suerte se echa en el regazo, mas del Señor viene toda decisión" (v.33)

Sentios libres de pasar por aquí. Miraremos al cielo juntos.