Páginas
Oscar Wilde
domingo, 25 de enero de 2015
Programa Moisés y yo
martes, 23 de diciembre de 2014
Reflexión de Ángel Largo
Recibí por email esta reflexión suya. No cabe añadir mucho más (para no ser creyente)... Sólo te pido algo, piensa en lo que sigue a continuación y dime si estás o no de acuerdo:
Podría puntualizar algún detalle, pero lo dejo tal cual lo recibí. Otra vez te pido, reflexiona....
lunes, 8 de diciembre de 2014
Sobre cuando no sabes pero Dios controla
lunes, 17 de noviembre de 2014
Malos pacientes
Pese a que las intervenciones fueron bien, no sentí absolutamente nada, no puedo decir lo mismo de los postoperatorios. Entre las altas dosis de medicación, el dolor y la hinchazón, el no poder apenas hablar (para no tirar de los puntos) y no poder masticar, todo recomendaba estarse quieta un par de días y dejarse cuidar.
Sin embargo, me he dado cuenta de algo. Soy una pésima paciente. ¿Reposo? ¿Estar quieta? Quizá en otro momento... Es cierto que no he salido de casa, pero dentro no he parado.
Sentir impotencia por no poder hacer todo lo que una quiere, desesperación por el dolor, y por la incapacidad de comunicarme de forma hablada ha hecho que los dos fines de semana de enclaustramiento hayan sido una tortura.
Pero, al mismo tiempo que ocurría esto, pude pensar y hacer un paralelismo entre esto y nuestra actitud frente a Dios. Hay ocasiones en que no dejamos que el Médico nos sane. No le permitimos cuidarnos cuando más lo necesitamos.
¿Por qué somos tan malos pacientes? ¿No somos capaces de ver que por nosotros mismos no encontraremos salvación? También necesitamos estar quietos y reposar en Él y dejarle sanarnos.
domingo, 23 de febrero de 2014
Candles
A GBE colleague warned me yesterday not to burn the candle at both ends.
He made me think all night, and I've to say I've been thinking on that for a long time (and sure I'll continue thinking...).
By the way, the verses at the bottom of the picture are so encouranging (I'm writting them down, in English and Spanish). I also remember now Jesus inviting his people to come to him just to give them rest.
Do not forget that. Come to Him and let Him work on you.
Have you not heard?
The Lord is the everlasting God,
the Creator of the ends of the earth.
He will not grow tired or weary,
and his understanding no one can fathom.
He gives strength to the weary
and increases the power of the weak.
¿Acaso no te has enterado?
El Señor es el Dios eterno,
creador de los confines de la tierra.
No se cansa ni se fatiga,
y su inteligencia es insondable.
Él fortalece al cansado
y acrecienta las fuerzas del débil.
domingo, 24 de marzo de 2013
Business as Mission - II Encuentro 3E (I)
domingo, 13 de mayo de 2012
Llegando hasta el 2012
Sin embargo, me parece oportuno, ya que voy a tratar de volver a escribir con cierta asiduidad, poner al lector en situación, haciendo una brevísimo resumen de lo acontecido desde que escribí "Nueva etapa, nuevos retos" , hace año y medio.
Empecé con muchas ganas la etapa laboral de mi vida y dediqué muchas horas, esfuerzos y desvelos.
La auditoría siempre me había gustado ( y lo sigue haciendo) pero con el paso de los meses me di cuenta de que ese empleo ponía enriesgo mi salud, y tras 9 meses, quiso Dios que la empresa decidiera prescindir de mí.
¿Fracaso laboral? En absoluto. Visto de cerca en ese instante pudo parecérmelo, pero alejándome del objetivo, y viendo el bosque me doy cuenta de que no fue, ni mucho, un fracaso. Aprendí mucho. Y no sólo técnicamente, sino también en esa parte social que siempre ha sido más débil en mí.
Pero... sí hubo una especie de fracaso, por denominarlo de alguna manera. No pude compartir, de la forma en que me hubiera gustado, mi fe. Sin embargo, creo que sí dejé cierto tipo de pequeña huella en algunas personas, así que considero que fue tampoco tal fracaso...
¿Y después de eso, qué? Pues, hubo desempleo. Sí, pasé a formar parte de las estadísticas negativas de este país.
Pero como coincidió con el verano, me lo tomé con cierta calma. Hice varios procesos de selección, que no salieron adelante y nos plantamos en un nuevo curso, compuesta y sin novio.
Así que busqué la alternativa al paro, la formación. Y decidí comenzar un master que me especializara en control de gestión y finanzas, ya que ya llevábamos meses (por no decir años) en que las empresas empezaban a darse cuenta de que no sólo vale obtener beneficios, sino que para ser competitivos y poder mantenerte en el mercado has de conseguir rebajar los costes. Y... voilà, ¡no tienen ni idea de cómo hacerlo! No saben por dónde se les escapa el dinero, así que vi en el master la gran posibilidad de diferenciarme del resto de licenciados en ADE.
Del master decir que ha sido genial poder formar parte del mismo. He conocido a muchas personas, hemos mantenido contactos muy interesantes, hemos estudiado casos muy cercanos de empresas que han hecho del control de costes una herramienta indispensable, etc...
Pero hay más con lo que he salido ganando haciendo el master. Gano un par de muy buenas amistades que espero perduren en el tiempo. Pasar tiempo con personas (y tener que trabajar con ellas) es lo que tiene, aprendes de ellas y también puedes enseñarles algo de tus experiencias, de tu recorrido. Se acaba el master en pocas semanas y puedo decir que fue una gran decisión.
¿Sabes? ¡¡Hay más!! El paro dejó de serlo en navidad. Al mismo tiempo que estudio, llevo trabajando en el departamento financiero de una sociedad de servicios financieros a media jornada, hasta que finalice el master. ¿Y luego? Pues confiando y esperando en que decidan ampliarme la jornada...
Todo esto en cuanto al ámbito profesional, pero en cuanto a la iglesia, Dios me regaló un grupo de personas (y un pequeño local) con las que poder reunirme de forma contínua y donde poder seguir creciendo, donde servirle...
Los GBE en Valencia han seguido contando con mi ayuda, servicio y es un verdadero gusto poder hacerlo y dedecarles tiempo a los adolescentes, a los que nadie quiere escuchar. Muchos me recuerdan a mí misma hace una década y recuerdo las personas que servían entonces en los GBE y que dedicaron su tiempo a escucharme a mí.
Creo que ya me he puesto en situación. Siento la extensión, pero cada día suceden miles de cosas, así que no quiero ni pensar cuántas han ocurrido en todo este tiempo.
En próximas reflexiones seguro que volveré sobre algún hecho acaecido en este periodo y que siga teniendo repercusión hoy día, pero eso lo dejo para más adelante...
¡Estoy de vuelta!
domingo, 8 de mayo de 2011
Reflexionando sobre caminos
miércoles, 9 de junio de 2010
Se acerca
Ha pasado semana y media, y ya sólo me queda uno, el último, obviando el del British Council del próximo sábado. El último examen de la licenciatura. Se dice pronto.
Ahora escribo en plan abuela... Aún recuerdo el primero de la convocatoria oficial. Porque hicimos un primer ensayo en noviembre, pero no contaba, así que...
Fue de contabilidad financiera, y creo que fue un 23 de enero por la mañana prontito, sobre las 9. Éramos estudiantes de primero enfrentándonos al primer Enero. Ese examen era la primera piedra del camino a superar, y luego vendrían aún 5 más ese mes. Íbamos con nuestras calculadoras, nuestros bolis y demás, preparados para el temido. Al ser el primero, nunca se sabe muy bien como es. Mi estómago era un nudo, la noche de antes no podía dormir, y además me levanté muy pronto, igual que hacía en el instituto, para el repaso de última hora -o primera, según se mire. Lo cierto es que las dos horas y media pasaron, y el examen salió y muy bien, además.
Ahora, 4 años y pico después, los exámenes se han convertido en una rutina estacional. Enero y junio. Dos meses en que los nervios, el descansar poco, echarle horas al escritorio con los apuntes o a la biblioteca, mucho café y poca luz natural son los máximos aliados.
Pero se acaba. Ahora sí se acaba. Ha llegado el momento. Hace dos semanas la última clase, dentro de dos el último examen... Se hace tan raro. Como bien me decían quizá no fuera la última clase de mi vida, pero sí la última de esta etapa de la vida que se ha alargado 20 años. 20 años, se dice pronto.
Empieza una nueva etapa. Está ya muy cerca. De hecho se han movido muchos hilos, y la posibilidad de tener que decidir ya es más real que nunca. La espera es horrible. "En tres semanas tendrás noticias nuestras". Vaya unas tres semanas. Y ahora entra en juego otra posibilidad. ¿Qué hacer si se me ofrecen los dos sitios? Uff... Gran decisión. Gran dilema.
Por lo pronto, centrémonos en el First de este sábado y luego tendremos 10 días para el último. Pero, ¿qué haré el día 23?
lunes, 10 de mayo de 2010
Hoy
Soltarlos y tratar de pasar página, aun cuando a todos los niveles ando bastante floja de todo.
Encima en esta época, quizá el mayo/junio más importante de los últimos 4 años. En uno de los años más difíciles.
Pero consciente de que no ando sola en el camino. No estoy sola en el desierto. Gracias por las palabras de ayer. Gracias por lo que estás haciendo en mí.
domingo, 29 de noviembre de 2009
El regalo de la vida

Si el Señor nos da la oportunidad podemos llegar a edades más o menos avanzadas. Los ancianos, las personas en esta etapa, tienen ante sí años distintos, largos y duros. Son años de enfermedad, olvido, abandono, soledad...
De algunos mayores se hacen cargo sus respectivas familias, pero ¿y del resto? En el mejor de los casos, podrán valerse por sí mismos hasta cierto punto y es posible que sólo necesiten ayuda externa para tareas pesadas y que requieran cierto esfuerzo. Pero siempre llega un punto en que ya no son capaces de apenas nada. ¿La salida? Si la familia sigue sin responsabilizarse, o si ni siquiera han llegado a tener familia, el internamiento en un centro de mayores es lo que se ha propagado entre la sociedad. Porque es verdad. La sociedad no se hace cargo de muchas cosas, simplemente las aparca.
Volviendo a los ancianos y los centros para ellos. Cuando llegas allí encuentras muchas caras que reflejan la tristeza en sus miradas profundas, te da cuenta de lo que significa ser mayor. Son personas que han vivido mucho, muchas épocas, muchos cambios, y han sufrido también mucho, como sufrimos cada uno de nosotros. Pero, además, están sufriendo ahora. Se sienten solos, muchos también abandonados, otros, simplemente, o no recuerdan, no oyen, o ya no ven.
Hace muy poco, fuimos con un grupo de adolescentes a visitar un centro de mayores, donde residen y "hacen vida", para pasar un rato con ellos, acompañarles y que pudieran sentir que son valiosos... Al principio, las caras de los residentes eran de sorpresa, si bien les habían dicho que iríamos, muchos no recuerdan siquiera la edad que tienen, dónde vivían antes de llegar allí, o cómo se llaman. Estuvimos hablando con ellos, nos contaron de sus familias, de sus trabajos cuando eran jóvenes... También cómo pasaban allí los días. Es monótono, siempre igual y no hacen grandes cosas. Para ellos, grandes cosas son visitas como la nuestra, que se sale de la rutina habitual, o el menú especial de año nuevo.
Pudimos comprobar que es mucho más difícil de lo que somos capaces de imaginarnos. Que nadie los visite, no hacer nada en todo el día, aparte de dormitar en un sillon y ver algo la tele o bordar un rato. Algún familiar puede que vaya a verlos el fin de semana, pero no todos tienen familia. Muchas trabajaron sirviendo en casa pudientes en las primeras décadas del siglo XX, y para cuando los hijos de sus amos habían crecido, se dieron cuenta de que ya no era momento de buscar un novio para casarse con él y formar la suya propia. A otros, el cónyuge los dejó en los tempranos años de matrimonio, o simplemente no se amaban, y no tuvieron descendencia. Por eso, recibir la visita de un grupo de jovencitos, que voluntariamente quisieron ir allí y estar con ellos hablando tuvo que significarles mucho. Los chicos puedieron pasar tiempo con ellos, cantaron y bailaron y los acompañaron en el trayecto, que para muchos es como cruzar el oceáno, que separa el comedor del salón.
¿Qué me llevo yo de ese día? La sensación de haber hecho bien a gente que lo necesitaba, pero más que eso, la total convicción de que no quiero pasar el resto de mi vida sola. Y que cuando tenga familia, trataré de transmitirles la importancia que tienen las personas mayores, que no son personas "aparcables" a un lado para poder continuar con tu propia vida. No me gustaría que mis hijos me internaran en un centro así, porque aunque se les cuida bastante (en el mejor de los casos) no es comparable al cuidado y el amor que puede ofrecerte tu propia familia.
Emocionalmente fue un día desolador, ya no solo por los que estaban allí, sino también porque ahora me doy cuenta de lo que pasó, antes de partir, un familiar bastante cercano que no llegó a formar familia, y lo que debe estar sufriendo en este instante otro familiar de quien su hijos no se responsabilizan. Es muy fácil "aparcar" a las personas, será porque no lo es tanto hacerse cargo de ellas y de lo que eso supone.
Realmente espero que estas personas que estuvimos visitando sientan que son importantes y valiosos para otros y para Jesús. Unas pocas ancianas eran creyentes, el resto no. Y precisamente para los que no lo son tiene que ser especialmente difícil, ya que es el sentimiento de soledad es el que más sufrirán. Si el Señor me regala tantos años aquí como para sobrepasar la barrera de los 80, espero poder disfrutar del amor de mi familia. Así mismo, espero poder recordar esta visita cuando mis padres lleguen a cierta edad, para también poder enseñar a mis hijos a tratar a los ancianos.
La vida es un regalo que Dios nos da. ¿Cuánto nos regalará?
martes, 24 de noviembre de 2009
Últimos meses (II)
Últimamente, hay una cosa que viene sacándome de quicio bastante, incluso cuando soy yo quien la hace.
Las palabras ya no tienen sentido para mí. Necesito ver las acciones que se corresponden con esas palabras. Afirmaciones del tipo “Ya te llamo y vemos algo” han perdido su poder de convicción. Sobretodo porque son muchas veces ya las que la misma persona ha dicho cosas y luego, con las semanas, se ha visto como lo que se llevó el viento eran sus palabras. Porque ya no es ni con los días. Los días pasan, y se convierten en semanas, y las semanas en los correspondientes meses. Eso no cuenta mucho a su favor, y sé que la próxima afirmación que haga la cuestionaré bastante más. Aunque, como bien he dicho, también me he dado cuenta que tiendo a cometer el mismo error y no me gusta en absoluto (ya dejé por aquí hace poco que me da pavor equivocarme). La verdad es que pienso en voz alta, y me da rabia, porque de todo lo que pienso, o expreso en papel, más de la mitad de las cosas soy incapaz de verbalizarlas, y muchas veces termino haciendo la vista gorda.
En estos meses, además, he podido entender, en parte, la posición de otra persona. Aunque digo en parte, y explico un poco por qué. Es en parte, básicamente, porque lo que yo estoy sintiendo ahora no lo he escogido voluntariamente, si bien la otra persona era consciente cuando actuó, que sus actos podían llevar aparejados esas reacciones. Pues bien, el rechazo, las actitudes que ahora me molestan a mí, soy consciente que, a otro nivel, yo también las he hecho sufrir a otros, aunque repito, no es la misma situación. Yo no he tenido elección y ella (la persona) pudo escoger qué quería, y no dio pie a ninguna opción alternativa. Reconozco el dolor que supone sentirse rechazado, y sé que no ha tenido que ser fácil, como no lo está siendo para mí, y veo que mi actitud muchas veces no ha sido la adecuada, si bien en ningún momento he hecho nada en contra del otro. En fin…Soy críptica, lo sé, pero quien pueda intuir de qué hablo comprenderá.
Por otro lado, tengo la sensación de que he vuelto a caer en lo mismo de siempre. Y, este año, no pienso dejar que termine igual. Lo cierto es que pronto haré balance global del 2009, interiormente, y me da la sensación de que no he sabido aprovechar al máximo cada momento, aunque si lo he hecho mejor que otros años…
Ufff… Estoy cansada. Cansada de muchas cosas, de muchas actitudes, de muchas personas, de mí misma por no saber caminar con paso firme… Pendiente también del futuro, lejano aún, pero no tanto como pueda parecer. Expectante a los acontecimientos que se avecinan, preocupada por muchas cosas y personas, decepcionada con otras y también conmigo…
Caos en mis ideas, pero espero que sólo sea en ellas. Por eso hace tanto que no entraba en mi rincón, porque para dejarlo como un pajar después de buscar la deseada aguja, pues mejor lo dejo sólo en mí. Pero necesitaba ya echar muchas cosas fuera, para poder ir reparando lo que soy consciente que está estropeado.
Pero bueno, no estoy sola en este mar revuelto. Hay Uno que me tiende la mano y me coge según me voy hundiendo. Sé que está a mi lado y que nunca va a dejar de estar aquí. Él es mi torre fuerte.
sábado, 21 de noviembre de 2009
Últimos meses (I)
Hace bastante tiempo que no me paro a pensar un poco en lo que está ocurriendo en mi vida. Creo que desde que comenzó el nuevo curso escolar, allá por septiembre, he vuelto a recapacitar bastante sobre las decisiones tomadas en los últimos meses. No sé, es algo que suelo hacer a menudo, como una especie de feedback, y cada vez lo hago con más frecuencia. ¿Es inseguridad o simplemente un mecanismo de control interno? Quizá es lo que escribía hace unos días otra persona, que me aterroriza cometer errores. Sea cual fuere la causa por la que lo hago, sigo sin haber encontrado un error.
En fin… Lo últimos meses se suceden sin apenas descanso. Nuevas rutinas. Nuevas personas. Nuevos quehaceres. Nuevos propósitos, o los de siempre que aún están por cumplir.
Las nuevas rutinas, personas y quehaceres se explican con facilidad: un semestre diferente. Un semestre de prácticas en una empresa interesante, con varias partes de trabajo: el rutinario de despacho (y casi inexistente) y el interesante de salir cada semana a una empresa diferente.
Es un gran cambio con respecto a los últimos… a ver que piense… ¿19 años? Lo cierto es que el mundo laboral impone un poco, es un cambio de chip que hay que hacer bien y que no todos saben hacer. Para muestra algún que otro compañero que ha entrado en la empresa como yo.
De esta nueva etapa que durará aún unos cuantos meses, me gusta analizar las diferentes personas que estamos en el despacho. Tanto de los propios empleados como de los que estamos en prácticas. Diferentes motivaciones, visiones de la vida, propósitos e inquietudes. Y en esa amplia variedad ¿cómo encajo yo? ¿Marco alguna diferencia? Cada una de las 70 personas que trabajamos juntas somos diferentes, sí, pero hay diferencia entre ser simplemente diferente en cuanto a edad, sexo, pensamientos superficiales y demás y marcar la diferencia en un campo más amplio.
Esto es algo que me preocupa desde que entré, y también un reto que, aunque lanzado a adolescentes, también me tocó a mí en GBE.
Porque es otra de las cosas que han ocurrido en estos meses… GBE es algo que disfruté mucho cuando iba al instituto, y que fue de gran ayuda, apoyo y a través del cual conocí a muchos de mis amigos hoy. Doy las gracias a muchas personas que cedieron su tiempo por preocuparse por los adolescentes, y que aún siguen sirviendo en este campo. Pero me sorprendió que ahora vean en mí cualidades que pueden ponerse a disposición de los adolescentes. Quizá no en un futuro inmediato, pero ¿quién sabe si Dios me quiere de ayuda para otros igual que lo fueron para mí? Es algo en que le pregunto dirección. Pero bueno, el caso es que me ofrecieron ir a ayudar al campamento de inicio de este curso y la verdad es que fue de gran bendición. Fueron dos días increíbles y se les lanzó ese reto: que marquen la diferencia frente a sus amigos, compañeros de clase, familiares… Y eso también fue extensible al equipo, porque aunque es algo que sabemos, que nos recuerden las cosas tampoco está mal. Hace recapacitar sobre si realmente se está haciendo o no.
Bueno, creo que ya me he extendido bastante por hoy. Prometo no tardar demasiado en expresar todo lo que circula por la autovía de mi mente.
lunes, 7 de septiembre de 2009
Ordenando
Ha llegado septiembre, el nuevo curso escolar, los reencuentros... y con todo ello, un torrente de palabras, pensamientos, sentimientos... Fluyen bastante desordenados por mi mente, de un procesador a otro, tratantando de acertar por qué ha aparecido, o qué debo de hacer con él, como si fuera una pieza a ajustar en su posición para que dé lugar lo mejor de sí.
El problema radica en que en todo el río hay muchos (pensamientos, palabras, ...) que pueden estar de paso, otros que se quedan estancados, novedades que asimilar y definir su posición, algunos que resisten al paso del tiempo, otros que son inamovibles...
¿Cómo ordenar todo esto? Sola no puedo.
Where do You want me?
miércoles, 2 de septiembre de 2009
Impresiones valorativas
Llegué y el equipo al que me incorporaba funcionaba a la perfección, los engranajes eran buenos entre ellos. O eso parecía, porque ha sido llegar las vacaciones y faltar alguno de ellos, para que los perfectos engranajes empezaran a chirriar un poquillo. Y sólo un poquillo.
Críticas al trabajo de uno, críticas al trabajo del otro... Lo que más me asombra no es esto, es algo que era probable. Lo impactante es que las críticas eran dirigidas al cliente. Es decir, un compañero, hablando con un cliente, criticaba al compañero de al lado. ¿Es esto equipo? Cabe pensar que lo decían sólo para proteger al cliente, que realmente no pensaba eso, pero si este el caso ¿por qué lo hacen?
Con esto en mente me preguntaba qué dirían de mí, que es lo que realmente pensarían de la becaria que aparentemente sólo esta aquí por enchufe, cosa no del todo cierta...
Dejando esto de lado, la experiencia está siendo muy buena. Aprender a tratar a las personas. No sólo al compañero, sino también a los clientes. A todo tipo de clientes. Aquéllos que van de listos, otros que parecen un poco atontados (y de los cuáles los compañeros se burlan), algunos adinerados, otros endeudados hasta las cejas...
Paciencia, respeto, confidencialidad... Cosas a practicar cuando se trabaja, y también en la vida diaria. También aprender a dejar el trabajo en el trabajo, y no trasladar los días no tan agradables al ámbito familiar, no llevarse las preocupaciones a casa (como los primeros errores)...
En definitiva, buen sabor de boca en general. Ahora a probar el siguiente bocado, otra empresa, distintas funciones, diferentes personas, otro equipo... Vamos, otro reto. Pero sobretodo, voluntad de aprender.
miércoles, 1 de julio de 2009
Back
It's been a log time, I know. Silence was needed, but now's the time to talk. Talk about news, future, work, many things at all.
I want to be the same girl who wrote such good thoughts a few months ago. But I AM NOT the same girl. I know I have grown up, or that's what I want to think about myself. Everyone can grow up everyday. I've done.
So... I'll be here soon showing what has made me different. Because I feel different, although some people could not agree with me.
It's not big things that change people, it's just small people changed by the Only One who can do. God, my Shelter, all y hope and the only one I trust in.
Thanks, Father, for all you're doing in my life.
domingo, 8 de marzo de 2009
Lo que me ha pasado
Sigo necesitando ese tiempo. Pero creo que en estas semanas he aprendido algo importante. No estamos aquí para siempre, y hay que saber aprovechar las oportunidades que el Señor nos da. Es algo que, a efectos teóricos ya sabía, pero que en su forma práctica siempre me ha costado más.
Esta semana lo he visto claro. Llevo 4 años en la universidad, compartiendo clase casi con la misma gente todos los años. Pero como es bastante difícil conocer a 80 personas a fondo, pues te centras en algunos, desarrollas más la amistad, o compañerismo (dependiendo del caso), con unos que con otros. Con el resto mantienes una relación cordial, pero no llegas a conocerlos. Y es un error, y algo que tenemos que cuidar más. O, por lo menos, debo cuidar yo más.
¡¡Resulta que en mi clase hay otra chica evangélica!! Enterarse de casualidad y por el facebook no es lo mejor, pero la verdad es que me ha hecho pensar bastante en cómo me muestro a los demás y cómo me ven ellos a mí. Pensando en esta chica y como es en clase, tratando de ver cosas que me mostraran que era diferente del resto, me di cuenta de que la diferencia debería verse en las dos, en ella y en mí. Pero claro, los cristianos no vamos por la calle con un cartel en la frente. Entonces he estado pensando bastante. Antes de saberlo, mi relación con esta chica era cordial, te saludas, puedes llegar a dejar apuntes, o formar un grupo de trabajo, pero nada más. ¿Y ahora qué? ¿Si no me he preocupado más por ella en 4 años, debería empezar a hacerlo ahora? ¿Preguntarle qué tal por su iglesia, o por cómo afronta ella ciertas cosas? No lo sé. La verdad es que sería un poco raro, ¿no? Así que me he cuestionado si no he sabido aprovechar estos años como hubiera debido...
Por otro lado, el otro día cometí una gran torpeza volviendo a casa en el autobús. Volvía después de haber comprado unas tarjetitas en la librería evangélica, y estaba mirando los textos que había en cada una. Se me acercó una mujer y me dijo "ay, qué bonitas. ¿qué son?". Pensé en hacerme la loca, porque no soy de esas personas que se ponen a hablar con la primera persona que pasa, y mucho menos sobre Dios. Pero, no sé muy bien aún porqué, pero le contesté lo que eran y para qué las había comprado. Y aún me sorprendí más cuando le dije que iba a buscar una para ella. Y a partir de ahí estuvimos hablando un poco, pero creo que la mujer no llegó a entender que yo no era católica. No supe hacerme entender bien, y es aún peor que le regalara una tarjetita con un proverbio, que estuve buscando y pensé que le podría servir, pero que no recuerde cuál era, ni le dijera nada más, por si algún día quería volver a hablar o lo que fuera.
En el momento, no pensé en todo esto. Pero cuando la mujer bajó antes que yo del autobús, y mientras yo llegaba a casa, me di cuenta de lo mal que lo había hecho. Aunque, por otro lado, era la primera vez que me pasaba algo así. Porque en otras ocasiones, simplemente lo he dejado estar, no me he preocupado, ni nada. En fin... Imagino que nadie empieza a hacer las cosas sabiendo. Y tampoco quiero decir que ahora vaya a ir por ahí hablando con todo el mundo... Fue algo que noté diferente en mí.
Estos son dos simples ejemplos de oportunidades que he tenido a mi alcance y que he mal aprovechado, o no aprovechado al máximo. Así que, aunque no he tenido tiempo para pensar en todo lo que aún tengo que solucionar, ordenar... sí que he aprendido algo, o mejor dicho, me he dado cuenta de lo importante que es practicar las cosas que aprendemos.
En cuanto a lo de pensar... voy a tener una semana de descanso en pocos días, me voy lejos para descansar, poder pensar y estar tiempo con Dios, a la vez que comparto con mi familia y veo a amigos que hace mucho que no veo, así que el no haber podido tener un respiro hasta ahora creo que tampoco es tan malo, así podré aprovechar al máximo estos días de descanso.
lunes, 9 de febrero de 2009
Observando...
Una de mis últimas sesiones de estudio en la biblioteca, mientras trataba de concentrarme en la investigación de mercados y la forma en que se diseña una investigación, “apliqué” parte de los conocimientos que estaba aprendiendo esa mañana. Realicé una investigación exploratoria, mediante la técnica de la observación comercial, sobre la manera y los métodos de estudio de mis compañeros de mesa.
Se trató de una observación informal, directa, natural, humana (la hacía yo, jaja) y no conocida. Vale, ya dejo la terminología técnica… Era una observación sin planificar, realizada en el momento y entorno en que ocurría el objeto a estudiar, y sin conocimiento de mis compañeros.
Fue curioso. Cada uno estudiábamos cosas diferentes, y sin apenas relación entre ellas.
Unos cuantos estudiaban haciendo ejercicios y muy concentrados en sus números. Otros, tenían materias más teóricas, y aquí también surgían discrepancias. Uno subrayaba con muchos colores según el tipo de información que tuviera delante; otro subrayaba casi todas las líneas de sus apuntes, luego marcaba con el lápiz otras tantas…; otro tenía en su libreta la materia escrita de lado a lado, sin dejar un margen…
También diferíamos en el tamaño de nuestra letra, en la organización de nuestro espacio en la mesa, las veces que nos levantábamos para hacer nada…
En realidad, lo hice porque me aburría estudiar la asignatura, pero aprendí algo importante: nadie tiene la mejor forma de estudiar. Cada uno lo hace lo mejor que puede o sabe hacer, y según mejor le funciona, pero eso sí, todos estábamos ahí por una causa común, aprobar unos pocos créditos que nos acercarían más hacia el final de nuestras respectivas carreras.
Lo cierto es que fue una forma de aprenderme también lo que yo estudiaba, y no tiene ningún tipo de rigor. Pero casi 1000 estudiantes nos hemos estado reuniendo en un lugar para hacer lo mismo, y cada uno lo habrá hecho de una forma.
Aunque después de haber hecho el examen, me di cuenta de que mi “investigación” no me había servido para preparar mejor una asignatura que no sé si algún día utilizaré en la vida real y que no sé si he superado. Espero la nota impaciente.
viernes, 6 de febrero de 2009
Volviendo
Han sido unas semanas largas, agotadoras, sin descanso apenas, muchas horas de biblioteca... pero ya terminó. Ahora podré volver a leer, descansar, pasear, escribir... Incluso me apetece perderme una tarde por Valencia. En fin, ¡¡tantas cosas!!
En cuanto a lo de escribir... Tengo muchas ganas de volver por aquí, pero aún tardaré unos días en reordenar y desarrollar todo eso que ha ocupado mi mente junto a mis "archivadores" mentales universitarios...
No tardo mucho, ya estoy volviendo...
miércoles, 7 de enero de 2009
Cosas que decir
¡¡¡Feliz año 2009!!!
Espero y os deseo lo mejor para este nuevo año.
Lo cierto es que hemos cerrado uno que, no sé a vosotros, pero a mí me ha resultado difícil, aunque ha tenido también muchas cosas buenas.
En sus últimos días pasé ratos con familiares que no veo muy a menudo, hablé con amigos que están lejos - y no tan lejos…-, disfruté con las actividades en la iglesia…
Así que espero que para este nuevo año esto ocurra con más frecuencia, y tenga también sus buenos ratos.
Ahora bien, me disculpo por no escribir durante estos días, en que, aunque me hubiera gustado hacerlo, no he podido.
¿Me habéis echado de menos? Algunos sé que sí… Incluso ha podido llegar a saberme mal, ya que hay quien sólo lee las pocas palabras que yo escribo…
Creo que escribí algo ya sobre la dependencia tecnológica que ha creado la sociedad. Y, he vuelto a ser víctima de ella. En realidad viene bien, te das cuenta de todas las cosas y del tiempo que te pierdes enganchada a la tecnología.
Lo cierto es que entre unas cosas y otras tendréis que esperara aún un poco más para leer algo más que palabras. Se avecinan exámenes (otra vez) y, a menos que tenga algo bueno (o importante) que decir, me despido hasta nuevo aviso.
Un beso a todos
7 de enero de 2009
Vuelta al cole, temas pendientes, preocupaciones del nuevo año....
[Espero que a la vuelta de exámenes el problemilla técnico esté ya solucionado].