"No existen más que dos reglas para escribir: tener algo que decir y decirlo"
Oscar Wilde
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sábado, 19 de septiembre de 2020

Confinada...

 Tenía que pasar, ha dado positivo en covid. 


Y no me extraña. No ha parado quieto, las medidas de seguridad son mínimas, lo de la mascarilla para él es un cuento. 

O bueno, quizá se lo he pasado yo. 


¿Quién sabe? Es totalmente asintomático, yo también. Lo he aislado inmediatamente. Se ha resistido, no entendía por qué. Me hacen la prueba el lunes a mí. Veremos los resultados.


Justo hoy, que he empezado un curso que tenía programado para junio con la empresa. Comunicación y asertividad. Comunicación responsable, expresar sentimientos sin juzgar y todo eso... y boom. "Oye, que soy positivo". No recuerdo mucho más del resto de curso. Me he perdido como hora y media, porque estaba pero no. 

Hay más probabilidades que lo haya contraído él en los múltiples sitios que ha visitado por trabajo y ocio que yo, o eso pienso. Salgo de casa sólo a correr (de madrugada y completamente sola) y a las clases de fuerza en las que vamos con mascarilla y estamos como a 5m unos de otros. Si he sido yo es mala pata. Si ha sido él es irresponsabilidad. 


En fin, no puedo hacer nada. Estoy soltando aquí todo lo que lleva rondando mi cabeza las últimas 8 horas, porque el dolor de cabezón que estoy cogiendo es de aúpa. 


Así que, vuelvo a confinarme. Eso sí, con elíptica y bicicleta de spinning. ¡¡Vamos a volver fuertes!!

jueves, 4 de junio de 2020

De algodón...

Acabo de leer que el segundo aniversario de bodas son las "bodas de algodón". El mío, de algodón quemado... 

El martes fue un día raro. Sinceramente, no tenía ganas de celebrar nada. ¿Qué voy a celebrar si hace un mes que apenas cruzo 6 frases con Nacho y de ellas 4 son negativas? 

Lo cierto es que me encontraba fatal, no había dormido nada en 3 noches, me desperté baldada y con ganas de volverme a meter en la cama... 

A media mañana le pedí que, por favor, dejáramos esa reserva que había hecho in extremis la noche de antes para el fin de semana... No habría que madrugar ni nada por el estilo. Se enfadó conmigo. Y yo salté. No me apetecía celebrar nada porque no tenía nada que celebrar. 

¿Qué íbamos a celebrar, que el último año ha sido el peor de todos desde que nos conocemos? ¿Que el confinamiento nos ha alejado aún más? ¿Que llevamos un mes durmiendo separados? Sí, todo son motivos de celebración. 

Para más inri, apareció con un ramo de rosas, precioso todo hay que decirlo. ¿Un ramo? ¿Para qué? ¿Qué se supone que significa eso? 

Así que... el algodón está muy, muy quemado. A las de cuero igual ni llegamos... 

Semana horrible, vamos... 
 

martes, 19 de mayo de 2020

Como el perro y el gato

Seguimos... ya no sé si esto es irreconciliable o qué... 

Estoy KO. 

Saturada.

Rota. 


miércoles, 13 de mayo de 2020

Cinco años en un post

¿Cómo resumir 5 años en un post? 

Lo adelanto, seguramente, muy mal, desordenado y muy por encima. O, por contra, me enrollo cual persiana y escribo hasta aburrir... 

2015 fue el año de todos los cambios habidos y por haber. Ese año tenía un objetivo deportivo grandioso, el maratón. A nivel laboral, estaba cansada de ninguneos en la empresa y no sabía cómo proceder; en lo personal, harta de estar en casa y sentirme controlada, relación con la familia tensa (con mi hermana poca o nula, con mi madre tensa y con mi padre cordial y justa). En el amor... revuelta. En la fe, perdida. 

En medio de este panorama apareció él. Compañero de trabajo, de hecho, medio subordinado, atento, amable, que se preocupaba. Que tenía un algo, que parecía buena persona y todo corazón. Y me enamoré, pero como siempre he pensado, "él no se ha fijado en mí". Pero resulta que sí lo había hecho. Me lo confesó una noche, después de muchas semanas y meses de ser mi soporte en el curro, alguien en quien confiar y apoyarme, me dijo que le gustaba desde que había entrado a trabajar y que conforme me había ido conociendo, le había terminado de encantar. Nacho. Con Nacho empezó todo rápido y quizá, "saltándonos" algunos pasos. 

Llevaba desde primavera pensándolo, y buscando, y fue en verano cuando, sin margen de reacción alguna para nadie, cogí, busqué piso y me emancipé, de una forma bastante brusca con mi madre, con el consiguiente disgusto por su parte, bronca por parte de mi hermana y ruptura de prácticamente todo contacto con ellas. 

En otoño corrí el maratón, lo disfruté y sufrí de igual manera, y me dio para pensar que hasta aquí, que iba a pedir la baja en la empresa. Había recibido semanas antes una oferta diferente, arriesgada en muchos aspectos, y recorriendo Valencia a pie me di cuenta de que era el momento. 

Así que, esa misma semana post maratón, comuniqué la baja y en 15 días empezaba en otro sitio. Vaya un año convulso y emocionante... emancipación, pareja, maratón, familia medio rota (más aún), nuevo empleo.  

2016 y 2017 fueron dos años que ni recuerdo. Con la familia las cosas mejoraron, con Nacho vimos que no tenía sentido pagar alquiler teniendo un piso (él) vacío que podíamos usar y ahorrarnos el alquiler, trabajo bien pero al poco vi que se me quedaba muy pequeño, así que empecé una búsqueda que se me hizo algo larga... En el cambio del 16 al 17, Nacho me pidió en matrimonio, y como parecía que iba bien todo (piso reformado, trabajos estables aunque descontentos), pues se ve que pensó que es lo que había que hacer, así que pusimos fecha para la primavera de 2018 y al lío. 

2018 tenía que haber sido un año precioso. Pero no lo fue del todo. Mi abuela materna falleció el día del cumpleaños de mamá, después de un mes de dejarse ir, de no querer luchar, a mi padre le diagnosticaron un cáncer por casualidad (benditos tests de prevención) el cual superó sin problemas pero que se llevó por delante de nuevo la relación con mi hermana apenas dos meses después de la boda. También cambié de trabajo, y lo que parecía iba a ser un proyecto muy interesante, resultó rana porque la dirección no soltaba para hacer lo que quería que se hiciera... En fin, cosas que pasan a veces. Y yo recaí estrepitosamente después de todo un año tenso. Recaí como nunca en 11 años de enfermedad a trompicones. 

Además, con todo lo que sucedió los meses después de la boda, hizo que el inicio del matrimonio no fuera muy allá después de 6 meses... 

Y así seguimos. En 2019, poco a poco recuperé a mi hermana, mi padre ya está sano, con Nacho las cosas iban a trompicones mal, y en el trabajo tampoco estaba bien, así que en verano casi volví a cambiar. 

Del resto de 2019 me quedo con el cambio de empleo (llevo casi un año ya), que fue para bien y que siga así, la mejora de relaciones con la familia, y poco más. Porque yo sigo en el torbellino de destrucción tca, con Nacho las cosas han ido cada vez a peor. Tanto es así, que pasé Nochevieja en casa sola viendo una serie sin ganas de nada. También es cierto que unos días antes me noté un bultito y me cagué viva, y no me apetecía nada de nada, y el pasotismo de Nacho no ayudó. 

Y así entramos en 2020. El bultito no fue nada, aunque sigue ahí (se supone que se irá... ), con Nacho todo igual o peor. En febrero, después de la semana de locura que pasamos con mi abuela y su partida, me tomé unos días lejos para pensar y recomponer y los buenos propósitos que dijimos al volver y tratar los temas se han quedado en papel mojado con toda la crisis sanitaria. 

De forma que, en 3 semanas es mi aniversario de boda, el segundo (el primero ni lo celebramos), y no sé si quiero seguir con esto, pero tampoco puedo irme a ningún sitio porque estamos en confinamiento. 

Vamos, que ha sido un lustro interesante. De cambios, de mejoras, de crecimiento, pero también de marchas atrás. 

No sé bien qué pasará después de todo esto... 

Seguiremos soltando ideas.

jueves, 7 de mayo de 2020

Soltando lastre...

Hace un siglo que no escribo. De hecho, el último post escrito aquí, hace más de 5 años, me ha roto un poquito más al releerlo.

Mi abuela, la de los ojos azules que habíamos ingresado en la residencia, partió hace 2 años después de casi dos meses de sufrimiento para la familia. Mi otra yaya, la paterna, mañana hará 3 meses que también se fue de viaje eterno. 

¿En qué año estamos? 2020. El año que va a ser recordado por un hecho global sin precedentes en la época moderna. 2020, el año del SARS-Covid-19, coronavirus o virus de las narices. 

Hoy es 7 de mayo, en España llevamos en Estado de Alarma, confinados y con movilidad reducida desde el pasado 14 de marzo. pero es que está todo el mundo igual. 
Desde hace unos días podemos salir a la calle a pasear o hacer deporte en dos franjas horarias determinadas, y sino, sólo podemos ir al supermercado o a aquellos sitios en los que tengamos concertada cita previa. Con mascarilla, guantes y demás. Se estudiará en los libros de Historia. 
Esto empezó en China, parece, a finales de 2019 y, gracias a la globalización y todas esas ventajas que hasta ahora parecía nos daban la modernidad, la tecnología y todos los recursos de que disponemos en pleno siglo XXI, pues resulta que ha hecho que se mueva más rápido casi que la luz, y que, a día de hoy, haya infectado oficialmente a casi 3 millones 800mil personas en todo el mundo, y haya matado a casi 300 mil personas. Y digo oficialmente porque el recuento en cada sitio se hace de una manera, y no se sabe realmente cómo funciona aún el virus, ni nada por el estilo. Así que bien podrían ser muchos miles más de casos porque los países no están dando abasto con los tests, y todo esto... Porque sí, ha tocado en todos los puntos de este planeta. Desde el punto con mayor riqueza, hasta aquellos lugares donde, por desgracia, la pobreza es absoluta. Si es desolador en el primer mundo y con ventajas, en aquellos países con dificultades de normal, esto es una losa más... Es muy triste todo. 

Y no sigo con esto, pero esto va a marcar, o debería marcar, un antes y un después de la vida moderna que conocíamos hasta ahora. 


Pero bueno, vengo a soltar lastre, soltar todo eso que llevo guardando semanas porque confinada y sin ver a nadie más que a mi gato y a mi marido, complicado es desahogarse. 

Porque ahí está la cuestión... me salto 5 años de un plumazo y suelto lastre. No sé si mi matrimonio va a seguir adelante. Llevamos casi 24 meses unidos según la ley, y de esos casi 24, llevamos más de 13 que las cosas no van muy bien. 

Y como no sé qué va a pasar, ni cómo vamos a salir de esto, y tampoco puedo contarle a nadie, pues, o me estalla la cabeza, o decido escribir. 

Somos diferentes, pero teníamos cosas en común, quizá no muchas, pero sí que nos une/unía algo. 

Pues eso, que no estamos bien, y el confinamiento, como muy me temía, no nos ha unido, sino que nos ha separado más todavía. Eran las dos posibilidades... 24h juntos, 7 días a la semana durante más de 8 semanas... pues acabas más unido que nunca a la persona que tienes al lado, o la cosa se complica y se rompe todo. 

Estamos ahí, en ese punto. En el punto de ¿qué hacemos? Bueno, llevamos así ya unos cuantos meses, de hecho, me fui 3 días sola a perderme para encontrarme y al volver hablamos y tal. Pero nada. Todo igual, no ha cambiado nada (por parte de ninguno, también he de ser sincera). No voy a excusarme, porque yo también soy responsable de muchas cosas. Pero no puede seguir así. 

Ahora mismo, tenemos la casa partida en 2, menos mal que es grande... apenas nos cruzamos, apenas hablamos, es más que duro. Si ya, de por sí, el puñetero confinamiento nacional ha sido una pesadilla, confinarte dentro de tu propia casa, en apenas dos habitaciones es el súmum. 

En fin, no sé qué va a pasar, ni si vamos a volver a estar bien, si cuando hablemos sobre qué hacer no sé cuándo, esto seguirá adelante o si no lo hará. 

Rota se queda corto al lado de cómo me siento... 

domingo, 5 de abril de 2015

Poco a poco

"¿Eres la nieta de Pepita? Os parecéis."
Una pregunta, nada más entrar, fue suficiente. El resto de mi primera visita no sé cómo definirla. Salí llorando después de 45minutos...


Han pasado ya casi dos semanas desde que ingresó en la residencia y hay algo que me parte el alma. Su mirada.
Mi abuela tiene unos ojos azules preciosos, siempre han sido muy expresivos. Ahora mismo, es la única vía por la que expresa algo. 

Nunca se ha enfadado con facilidad, pero cuando lo hacía, su mirada era fuerte, dura, de las que te atraviesan y parten en dos. Su mirada ahora es esa. Dura, fría, fuerte, mirando al horizonte... Continuamente. Su expresión es de enfado...

No recuerda cómo hablar desde hace muchísimos meses, pero la pregunta que llevo haciéndome estos días que voy a verla y veo su expresión es "¿estará pensando? si lo hace, ¿qué estará pensando?". Es verdad, no sé si su cerebro es capaz de pensar. 
A veces creo que sí, por eso me mira enfadada... Otras me autoconvenzo que igual que su función del lenguaje, y otras, la cognitiva también se ha visto afectada por esta demencia cerebrovascular, por lo que no podrá pensar. Vale, es posible, pero ¿por qué su mirada es tan... tan dura?


Sí, son preguntas sin  respuesta... En el fondo sé que está mejor atendida allí, que así es más "sencillo" y "mejor", para ella y para los que estamos alrededor. Que hay que ir adaptándose, tanto ella como nosotros. Es un gran cambio, pues los últimos 20 meses nos hemos acostumbrado a una rutina, a un hacer, a un cuidar... Pero eso no lo hace menos doloroso. 


En fin, el Señor sabe todas las cosas... así que, iremos poco a poco... Orando y confiando.







jueves, 13 de noviembre de 2014

Velas que se apagan

El tiempo vuela... y hace ya cuatro años que se apagó, cogido de mi mano. Pero el tiempo no borrará nunca la huella que dejó en nuestras vidas, su ejemplo, sus miradas perspicaces y su humor único...

Siempre va a haber esos rincones de la ciudad que asocie a tiempo con él.

Se apagó, pero brilla su recuerdo.

Gracias yayo, te echo de menos...
 


martes, 24 de junio de 2014

Un pedacito de mí

Revisando documentos en el ordenador, he encontrado mi testimonio (muy resumido) que escribí para traducir y enviar al equipo de traductores de Desiring God hace ya casi dos años.

Es un pedacito más de mí que comparto ahora:



Soy Sandra y nací en una familia cristiana.

Mis abuelos (por ambas partes) conocen al Señor y educaron a sus respectivos hijos en la fe. Mis padres se bautizaron y se casaron y nos tuvieron a mi hermana pequeña y a mí y nos educaron en la fe cristiana, llevándonos a la iglesia todas las semanas y a los campamentos para niños que se organizaban.

En un campamento de verano nos dijeron qué significaba ser cristiano y cómo decírselo a Dios y le entregué mi vida al Señor, aunque con 12 años no entendía muy bien la diferencia entre el antes y el después, ya que la vida “cristiana” formaba parte de mi vida normal.

Sin embargo, todo cambió en la adolescencia (a los 14), ya que un día mi padre (que decía ser cristiano) abandonó a mi madre y se fue de casa. Esto para mí fue devastador ya que todo lo que me habían enseñado desde bien pequeña se derrumbaba. ¿Papá creía en Dios? ¿Cómo es que hacía eso que a Dios no le agradaba siendo “cristiano”? Fueron días muy duros…

Pero doy gracias al Señor por algunas familias en la iglesia y por personas en concreto que puso ahí y que no me dejaron de lado. Me planteé muchas cosas, entre ellas dejar de ir a la iglesia y darle la espalda a ese Dios que me habían tratado de enseñar, pero que yo ahora pensaba que era un engaño. El Señor me ama y no sólo evitó que eso ocurriera, sino que además, me cuidó y me acercó más a Él, por medio de dos obreros que eran voluntarios en el movimiento de los Grupos Bíblicos Estudiantiles y me invitaron a asistir a las reuniones que preparaban para chic@s como yo (adolescentes, estudiantes, que iban o no a la iglesia, que estaban decidiendo sobre Dios en su vida).

Fueron momentos difíciles, teniendo que hacerme cargo un poco de la situación en casa, pero acabé comprendiendo que no es que Dios no me amara y por eso había roto mi familia, sino que era un situación ocurrida por el pecado de las personas y que Dios la estaba utilizando como prueba de mi fe. 
Y decidí aferrarme a Dios, ya que me habían dicho de bien pequeña que me amaba y que me cuidaría siempre. Y hasta hoy.

Es cierto que han pasado muchas cosas desde entonces, y mi relación con Dios no siempre ha sido la mejor, pero confío en Él. No sé qué sería de mi vida sin Él, sin la garantía de la salvación, sin Su protección y provisión.



Como digo... este texto tiene mucho tiempo, y un espacio restringido.

Si te dejé pensando, puedes escribirme. Si no, espero algún día puedas plantearte conocer a Dios.

 

sábado, 17 de mayo de 2014

"Gràcies"

Este "gràcies" (gracias) vale muchísimo.

Gràcies a tu iaia. Per tot, per tu.
Per dir-ho quan no parles quasi.
Per somriure encara que no sàpies què ocorre o perquè, encara que no entengues res.


Esta enfermedad es un desafío grande para toda la familia. Es agotadora, emocionalmente sobretodo. Pero cuando te sonríe o te da las gracias con esos ojitos, el corazón se encoge un poquito más.


Tú cuidaste de mí, es un honor poder cuidar un poquito de ti.


domingo, 11 de mayo de 2014

Derrumbamiento

¿Sabes eso que es estar haciendo algo normal y derrumbarte cual castillo de naipes?



Ese "algo normal" ha sido limpiar la licuadora en casa de mis abuelos esta mañana. La presión, junto con el agotamiento acumulado, ha terminado por vencerme.



Necesitaba un momento así, de derrumbe, para poder levantarme de nuevo asida de la mano de Quién puede todo.

Para volver la vista y poner a Sus pies todas mis preocupaciones, miedos, deseos...

Para confiar en que Él tiene el poder.

Para recordar que Él está al control, que nada escapa de su conocimiento.

Para recordar que debo permanecer en Él y que todo lo demás vendrá por añadidura.

...


Tengo fe, aunque sigue siendo poca, a la luz de los hechos recientes.



Pero de algo tengo certeza, y es que sigo mirando al cielo en cada paso, en cada momento...

Sigo dando gracias a Dios porque, a pesar de quién soy yo, Él me ama.


sábado, 22 de marzo de 2014

Conversaciones sabias

Cuando hablo con mi abuelo, siempre me sorprende y me recuerda cosas muy importantes.


El otro día fue que no importa quién nos haya hecho qué, ni cuánto dolor o sufrimiento haya supuesto eso.

Debemos conseguir perdonar, porque no existe trangresión mayor que la que como personas le hacemos a Dios y, sin embargo, Él nos perdonó entregando a Su Hijo.


Dios nos perdona. Dios te perdona. Y, si Él te perdona tanto, ¿no puedes perdonar tú al que tienes al lado?


Reconozco que no es fácil. No es nada fácil perdonar. Pero el mayor ejemplo de perdón que existe lo tenemos ahi.


En fin, esta es una de esas pequeñas conversaciones sabias que tengo a veces con mi abuelo.


domingo, 23 de febrero de 2014

Candles






A GBE colleague warned me yesterday not to burn the candle at both ends.

He made me think all night, and I've to say I've been thinking on that for a long time (and sure I'll continue thinking...).


By the way, the verses at the bottom of the picture are so encouranging (I'm writting them down, in English and Spanish). I also remember now Jesus inviting his people to come to him just to give them rest.

Do not forget that. Come to Him and let Him work on you.


Do you not know?
    Have you not heard?
The Lord is the everlasting God,
    the Creator of the ends of the earth.
He will not grow tired or weary,
    and his understanding no one can fathom.
He gives strength to the weary
    and increases the power of the weak.

 

¿Acaso no lo sabes?
    ¿Acaso no te has enterado?
El Señor es el Dios eterno,
    creador de los confines de la tierra.
No se cansa ni se fatiga,
    y su inteligencia es insondable.
Él fortalece al cansado
    y acrecienta las fuerzas del débil.


(Isaiah 40:28-29 / Isaías 40:28-29)

sábado, 15 de febrero de 2014

Me gustan las nubes...

Podría parecer un anuncio de Evax (¿A qué huelen las nubes?), pero no, voy en serio. Me gustan las nubes.

Sí, me gustan las nubes. Esos cúmulos multiformes de agua evaporada, pendiente de las corrientes de aire para condensarse de nuevo y caer sobre la tierra en forma de gotas de lluvia.







No es tampoco una cuestión climática. Simplemente me hacen reflexionar sobre el curso de la vida. Ellas no eligen destino, dependen del aire. De cómo, hacia dónde, con cuánta fuerza sople.


Me hacen pensar en quién soy, en Dios y en cómo Él está al control de todo, absolutamente todo.

No importa cómo se la tormenta del día, de la semana... Si es en el trabajo, en casa, en mi interior... Él está ahí, intentando mostrarme la buena corriente.
 
Muchas veces, más de las que quisiera, veo esa buen viento tarde, muy tarde. La tormenta ya llegó, ha dejado algunos truenos, y veo que he tropezado entre la lluvia y el barro...


El otro día mientras miraba al cielo y veía pasar las nubes, pensaba en todas estas cosas y me cuestioné lo siguiente: ¿Por qué nos fijamos tan poco? ¿Por qué no escuchamos Su voz con claridad? Y si lo hacemos, ¿por qué no obedecemos?

La respuesta, es obvia... Y es triste. Hay millones de cosas seguro más atractivas, que nos distraen, que nos facilitan caminos erróneos. 


Ahora bien, ¿te vas a quedar igual, sin hacer nada? ¿Sin cambiar? ¿Sin reflexionar? 



Sólo una pregunta más para dejarte pensando... ¿Qué corriente te guía a ti? ¿Cuál será su repercusión en la eternidad?





lunes, 23 de diciembre de 2013

Pulgarcito

(Pensamiento de Abril/2013)

Cuando viajé por primera vez me impactaron muchas cosas. Lo que más, su gente.

El Salvador es un pequeño país, apodado el Pulgarcito de América; el más pequeño de Centro América.

Muchos desconocen su existencia y ubicación (yo me incluía en ese grupo de gente hasta hace poco), y mucho menos conocen su historia.

Ahora es un país republicano, sin embargo, cuando yo nací y también mis amigos de allí, estaba sumido en una terrible guerra civil.


Su gente vale mucho. Son luchadores. Familiares. Tienen un corazón enorme. Con un gran porcentaje de población muy humilde, compartir con otros es algo que les caracteriza. Siempre con una sonrisa en la cara, te comparten lo único que tienen.

He aprendido en mis visitas que puedes conocer de la vida más en una conversación tras un almuerzo tradicional (pupusas, frijoles, yuka con carne, algo de arroz...) oyendo las experiencias de personas que leyendo en los libros.

El Pulgarcito me ha enseñado a ser más humilde, a valorar cada cosa que tengo, a ser consciente que vivir es diferente a morir trabajando, atada a redes sociales y actos variados... El Pulgarcito me ha cambiado.


Gracias Pulgarcito.


sábado, 2 de noviembre de 2013

Introducción a GBG 2013- Aun en las mejores familias

Familia. ¿Qué es la familia?

¿Cómo es tu familia? ¿Qué has vivido? ¿Qué familia vas a formar? ¿Sabes cuánto de lo que has vivido vas a transmitir a tu propia familia? ¿Por qué debemos perdonar? 

¿Qué nos dice Dios al respecto? ¿Qué familias vemos en la Biblia? ¿Vemos buenos modelos? ¿Y malos? ¿Qué podemos aprender de ellos?


El amor nunca deja de ser.

No, el amor nunca deja de ser. Y en la familia tampoco.

El amor es muchas cosas pero, principalmente es un buen cimiento, que requiere de un buen mantenimiento, que siempre ha de estar bien alimentado.

Es decir, el amor es pacto (compromiso), el amor es perdón y el amor es oración.



Esto es sólo un pequeño avance, una pequeña introducción, a la serie de posts que intentaré escribir en las próximas semanas y que tratarán de recoger lo que me llevo de este encuentro de Graduados. 

No van a ser muy exhaustivos quizá, pero si recogerán aquellas ideas que más me están retando y haciendo pensar acerca de la familia. 






domingo, 19 de mayo de 2013

Crisis- κρίσις


* Crisis (del latín crisis, a su vez del griego κρίσις) es una coyuntura de cambios en cualquier aspecto de una realidad organizada pero inestable, sujeta a evolución; especialmente, la crisis de una estructura. Los cambios críticos, aunque previsibles, tienen siempre algún grado de incertidumbre en cuanto a su reversibilidad o grado de profundidad, pues si no serían meras reacciones automáticas como las físico-químicas. Si los cambios son profundos, súbitos y violentos, y sobre todo traen consecuencias trascendentales, van más allá de una crisis y se pueden denominar revolución.
Las crisis pueden designar un cambio traumático en la vida o salud de una persona o una situación social inestable y peligrosa en lo político, económico, militar, etc. También puede ser la definición de un hecho medioambiental de gran escala, especialmente los que implican un cambio abrupto. De una manera menos propia, se refieren con el nombre de crisis las emergencias o las épocas de dificultades de la crisis.
Fuente: Wikipedia.  

* O bien, de la R.A.E:
1. f. Cambio brusco en el curso de una enfermedad, ya sea para mejorarse, ya para agravarse el paciente.
2. f. Mutación importante en el desarrollo de otros procesos, ya de orden físico, ya históricos o espirituales.
3. f. Situación de un asunto o proceso cuando está en duda la continuación, modificación o cese.
4. f. Momento decisivo de un negocio grave y de consecuencias importantes.
5. f. Juicio que se hace de algo después de haberlo examinado cuidadosamente.
6. f. Escasez, carestía.
7. f. Situación dificultosa o complicada.
____________________


Crisis, ¿qué es?

Llevo algún tiempo pensando en ello, y siempre acabo volviendo a su definición. Es curioso, ya que hay un par de ideas que podemos ver en todas las anteriores definiciones:

 crisis = cambio
 cambio = requiere acción


Sin embargo, y en oposición a lo que la sociedad pueda pensar, una crisis no es algo negativo per se.

Después de meditarlo y pensarlo bien, creo que una crisis será negativa si no la afrontas como debieras. En cambio, si asumes que esa situación de cambio te hará evolucionar, madurar, podrás hacerle frente con otra mentalidad.

Es cierto que decirlo así, pueda parecer "muy teórico", pero creo que es cierto. Lo importante no es ver el agujero en el que estás, ni el problema que tienes encima, sino saber darte cuenta a tiempo de que debes moverte, debes ser superior a esa crisis y actuar.

El cambio (crisis) puede llegar en la esfera laboral, familiar, personal o espiritual. Es posible que necesites apoyarte en otros cuando estés afrontándola, y en cada uno de los casos, habrá alguien especialmente preparado para ello.


Sólo tómate un tiempo para pensar qué quieres sacar de tu situación de crisis y enfréntala.
 
 



domingo, 12 de mayo de 2013

En el punto de mira: aborto

En un momento como el actual, en que la sociedad ha perdido toda moralidad, la clase política no es de fiar, y la Iglesia (o aquéllo con retazos "religiosos", del color que sea) suena más que nunca a arcaico, reabrir el debate del aborto podría considerarse una antigualla.

Sin embargo, creo que debemos defender nuestra postura al respecto, más aun cuando vuelve a estar en boca de todos.

Pongo en situación al personal. En España es legal abortar, bajo ciertos supuestos, desde la década de los 80 y en las últimas semanas, el actual Gobierno está debatiendo si volver a modificar la ley. La última vez, hace 3 años, el gobierno de izquierdas del Sr. Rodríguez Zapatero la hizo más "fácil y accesible", con su ley de plazos.

Pero no ha sido esto lo que me ha hecho pararme de nuevo a reflexionar sobre el aborto. Ha sido, más bien, la siguiente noticia, llegada desde el otro lado de Atlántico.

Beatriz está embarazada, pero está gravemente enferma y demanda el aborto. Además, algunos médicos han asegurado que el bebé tiene malformaciones (podría no tener cerebro) y que hay serias probabilidades de que ninguno de los dos sobreviva al parto.
Hay más. Beatriz es centroamericana, de El Salvador, un país en que el aborto es ilegal y está penadocomo homicidio. Asociaciones proabortistas han visto en ella la posibilidad de exigir una ley de interrupción de la vida en aquel pequeño país, y así aprovecharse de su caso para legalizar esta práctica destructiva.

Si fuera española, con la ley actual, no tendría ningñun tipo de problema para hacerlo, pues en la última reforma (la de los socialistas de 2010) permite su caso como una opción para el aborto. Hemos de añadir, sin embargo, que el actual ministro de justicia del Gobierno (derecha), el señor Gallardón, ha reabierto el debate en España por querer modificar la ley socialista y encontrar discrepancias al respecto dentro de su propio partido. 


No obstante, el objetivo de esta entrada no es señalar las diferencias entre la sociedad occidental y la centroamericana, sino más bien ir más allá de las diferencias y reflexionar más seriamente sobre el este tema.


Como cristiana, me declaro en contra de esta brutal y horrenda práctica que supone eliminar una vida.

Dios es el Creador, de todo, de tu vida. Y sólo Él tiene derecho a quitarla.

Es cierto que puedes plantearte (pues yo lo he hecho) muchas preguntas.
- Si la madre muere en el parto, ¿quién cuidará del bebé?
- Si el bebé va a nacer gravemente enfermo, y sólo va a sufrir, ¿vale la pena seguir con el proceso de gestación?
- ¿No es Dios un dios de Amor y bondad? ¿Cómo puede permitir el sufrimiento de un ser tan indefenso?
- etcétera...
 
Reconozco que no son preguntas fáciles. No me ha resultado fácil a mí tampoco responderlas todas.

Pero sé algo. Hay muchas cosas que no entendemos de los caminos de Dios, sin embargo hemos de actuar con fe y con la convicción de saber que Él tiene el mejor plan para nosotros. Seguro no entenderemos todo, pero si confiamos de todo corazón en Él, a su tiempo, veremos la razón de estas cosas.

Hago una pequeña apreciación que considero importante. Soy antiaborto, pero sí creo en la llamada planificación familiar, mediante el uso de anticonceptivos no abortistas. Pero, ante todo, confio en Dios.
 
El aborto no sólo es interrumpir una vida. Tiene graves consecuencias psicológicas para las madres, o las que decidieron evitar serlo. Muchas no se recuperan y les persigue el resto de su vida el hecho de haber decidido, una vez, interrumpir un embarazo.

Creo que hay alternativas al aborto, cuando éste se produce porque la futura madre no quiere tenerlo o no podrá mantenerlo y hacerse cargo del bebé.  




Espero que el caso de esta mujer en El Salvador no sea la llave para despenalizar un práctica abusiva en contra de la vida, y que el debate en España acabe en buenos términos, aunque mucho me temo que entre unos y otros, iremos cambiando de ley conforme cambie el color del Gobierno. Una verdadera lástima.











viernes, 3 de agosto de 2012

En tierras del Duero (texto recuperado)

22/Marzo/2009


Tranquilidad, silencio... Sólo algún pajarito cantando y las aguas calmadas del Duero se oían. Así es la vida en un pequeño pueblo de la provincia de Valladolid.
Todos los habitantes se conocen y saludan por la calle. Te ven, te saludan, y siguen su camino, pensando quién es esa chica nueva... Tiene cierto parecido con una joven del pueblo, pero no es ella...

He tenido el gran privilegio de poder pasar una semana lejos de mi ciudad, donde el ruido iba a ser la tónica principal. Necesitaba pensar, descansar, notar el sol en mi cara y redescubrir muchas cosas de mí misma, de Dios... Poder disfrutar de la naturaleza, sin preocuparme por el tiempo que corría...

El tiempo es algo que me ha estado persiguiendo y acechando en los últimos meses, y al que, por fin, he podido perder de vista unos días. Aunque ahora de vuelta, el tiempo corre más que nunca en mi contra.

Conversar con la familia, conocerlos un poco más, disfrutar de la compañía de un viejo amigo al que hacía mucho tiempo que tenía ganas de dar un fuerte abrazo, y descubrir que Dios me sigue cuidando. Y nos sigue cuidando.
Ver cómo, aun en los momentos en que muchas cosas fallan, flaquean, o simplemente van mal, hay gente que se preocupa por ti.

Sólo puedo dar gracias por este oasis.

sábado, 12 de noviembre de 2011

Último viaje en bicicleta - 13/11/2010

Hace un año que pedaleó en su bicicleta a la presencia de Dios, cogido de mi mano, que lo acompañaba en el viaje... 


Era una persona tranquila, pacífica, que nunca hablaba una palabra más alta que la otra.

Sus ojos azules te miraban, muy serios, cada vez que, con humor, te hablaba en broma. Ese humor diferente, más británico que de por aquí...

Ese dedo levantado en alto -como diciendo "ves con cuidado"- cada vez que iba a decir algo, importante o no.

Ha influido en muchas vidas: 4 hijos, 6 nietos (¡qué orgullo poder contarme entre ellos!), muchos amigos, gente en la iglesia, compañeros de trabajo, vecinos del barrio...

Pero, sin duda alguna, lo que más fuerza me da para seguir adelante es la forma en que vivió su fe. Una esperanza en Cristo sólida, sin atisbo de duda, al menos de cara a la galería... Y he aquí uno de sus textos favoritos:

     Bendice, alma mía, al SEÑOR,
         y bendiga todo mi ser su santo nombre.
        Bendice, alma mía, al SEÑOR,
         y no olvides ninguno de sus beneficios.
El es el que perdona todas tus iniquidades,
         el que sana todas tus enfermedades;
el que rescata de la fosa tu vida,
         el que te corona de bondad y compasión;
el que colma de bienes tus años,
         para que tu juventud se renueve como el águila.
El SEÑOR hace justicia,
         y juicios a favor de todos los oprimidos.
A Moisés dio a conocer sus caminos,
         y a los hijos de Israel sus obras.
Compasivo y clemente es el SEÑOR,
         lento para la ira y grande en misericordia.
No contenderá con nosotros para siempre,
         ni para siempre guardará su enojo .
No nos ha tratado según nuestros pecados,
         ni nos ha pagado conforme a nuestras iniquidades.
Porque como están de altos los cielos sobre la tierra,
         así es de grande su misericordia para los que le temen.
Como está de lejos el oriente del occidente,
         así alejó de nosotros nuestras transgresiones.
Como un padre se compadece de sus hijos,
         así se compadece el SEÑOR de los que le temen.
Porque El sabe de qué estamos hechos,
         se acuerda de que somos sólo polvo.
El hombre, como la hierba son sus días;
         como la flor del campo, así florece;
cuando el viento pasa sobre ella, deja de ser,
         y su lugar ya no la reconoce.
Mas la misericordia del SEÑOR es desde la eternidad hasta la eternidad, para los que le temen,
         y su justicia para los hijos de los hijos,
para los que guardan su pacto
         y se acuerdan de sus preceptos para cumplirlos.
El SEÑOR ha establecido su trono en los cielos,
         y su reino domina sobre todo.
Bendecid al SEÑOR, vosotros sus ángeles,
         poderosos en fortaleza, que ejecutáis su mandato,
         obedeciendo la voz de su palabra.
Bendecid al SEÑOR, vosotros todos sus ejércitos,
         que le servís haciendo su voluntad.
Bendecid al SEÑOR, vosotras todas sus obras,
         en todos los lugares de su dominio.
         Bendice, alma mía, al SEÑOR.

Salmo 103
(La Biblia)

sábado, 5 de noviembre de 2011

Una década

El tiempo pasa...




El día que transformó mi vida y la del resto de la familia.
Gracias, Señor, por estar a mi lado todo este tiempo y por todo lo que has echo en mí.