"No existen más que dos reglas para escribir: tener algo que decir y decirlo"
Oscar Wilde
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domingo, 1 de junio de 2014

Be Thou my Vision // Sé Tú mi Visión

Hoy sólo dejo un himno, más una oración, que cada vez que escucho y/o canto, me remueve.

En inglés, las versiones en español que he encontrado no me han acabado...




(Os dejo la traducción al español)


Oh, Dios de mi alma, sé tú mi visión,
Nada te aparte de mi corazón.
Noche y día pienso yo en ti,
Y tu presencia es luz para mí.
Sabiduría sé tú de mi ser,
Quiero a tu lado mi senda correr;
Como tu hijo, oh tenme, Señor,
Siempre morando en un mismo amor.
Riquezas vanas no anhelo, Señor,
Ni el hueco halago de la adulación;
Tú eres mi herencia y tú mi porción,
Rey de los cielos, tesoro mejor.
Oh, Dios de gloria, de triunfo, al final
Déjame el gozo del cielo alcanzar;
Alma de mi alma, oh Dueño y Señor,
En vida y muerte sé tú mi visión.

domingo, 25 de mayo de 2014

De Gabo, uno de los grandes

Si por un instante Dios se olvidara de que soy una marioneta de trapo y me regalara un trozo de vida, aprovecharía ese tiempo lo más que pudiera.

Posiblemente no diría todo lo que pienso, pero en definitiva pensaría todo lo que digo.

Daría valor a las cosas, no por lo que valen, sino por lo que significan.

Dormiría poco, soñaría más; entiendo que por cada minuto que cerramos los ojos, perdemos sesenta segundos de luz.

Andaría cuando los demás se detienen, despertaría cuando los demás duermen.

Si Dios me obsequiara un trozo de vida, vestiría sencillo, me tiraría de bruces al sol dejando descubierto no solamente mi cuerpo, sino mi alma.

A los hombres les probaría cuán equivocados están al pensar que dejan de enamorarse cuando envejecen, sin saber que envejecen cuando dejan de enamorarse. 

A un niño le daría alas, pero le dejaría que él solo aprendiese a volar.

A los viejos les enseñaría que la muerte no llega con la vejez, sino con el olvido.


Tantas cosas he aprendido de ustedes, los hombres... 

He aprendido que todo el mundo quiere vivir en la cima de la montaña, sin saber que la verdadera felicidad está en la forma de subir la escarpada. 

He aprendido que cuando un recién nacido aprieta con su pequeño puño, por primera vez, el dedo de su padre, lo tiene apretado por siempre.

He aprendido que un hombre sólo tiene derecho de mirar a otro hacia abajo, cuando ha de ayudarle a levantarse.

Son tantas cosas las que he podido aprender de ustedes, pero realmente de mucho no habrá de servir, porque cuando me guarden dentro de esa maleta, infelizmente me estaré muriendo.


Trata de decir siempre lo que sientes y haz siempre lo que piensas en lo más profundo de tu corazón.

Si supiera que hoy fuera la última vez que te voy a ver dormir, te abrazaría fuertemente y rezaría al Señor para poder ser el guardián de tu alma.

Si supiera que estos son los últimos minutos que te veo, te diría "Te Quiero" y no asumiría, tontamente, que ya lo sabes.

Siempre hay un mañana y la vida nos da siempre otra oportunidad para hacer las cosas bien, pero por si me equivoco y hoy es todo lo que nos queda, me gustaría decirte cuánto te quiero, que nunca te olvidaré.

El mañana no le está asegurado a nadie, joven o viejo. Hoy puede ser la última vez que veas a los que amas. Por eso, no esperes más, hazlo hoy, ya que si mañana nunca llega, seguramente lamentarás el día que no tomaste tiempo para un sonrisa, un abrazo, un beso, y que estuviste muy ocupado para concederles un último deseo.

Mantén a los que amas cerca de ti, diles al oído lo mucho que los necesitas, quiérelos y trátalos bien, toma tiempo para decirles "lo siento", "perdóname", "por favor", "gracias", y todas las palabras de amor que conoces.

Nadie te recordará por tus nobles pensamientos secretos. Pide al Señor la fuerza y sabiduría para expresarlos.

Finalmente, demuestra a tus amigos y seres queridos cuánto te importan.


[Gabriel García Márquez]

sábado, 3 de mayo de 2014

De caminos y senderos

Quién me conoce bien puede confirmar que hacer senderismo es una actividad/deporte que me gusta hacer de vez en cuando.

El pasado 1 de mayo, festivo por ser el Día del Trabajador, volvimos a salir a caminar unas cuantas amigas.

Lo cierto es que nos lo tomamos con calma, nos gusta aprovechar ese tiempo para compartir como estamos, hablar, disfrutar del paisaje y de la Creación de Dios.


Personalmente, me gusta porque hacer una ruta me hace pensar en la vida, en el curso de la misma. Tienes una meta, un objetivo que alcanzar, y sólo tienes que caminar hacia ella.

Pero, ¡cuidado! En los caminos, puede haber zonas llanas, sin peligros, o te puedes encontrar zonas escarpadas, con pendientes, suelos deslizantes o cualquier otro tipo de impedimentos que hagan que la senda se vuelva más costosa.



En esos momentos, debes caminar con precaución, quizá más lentamente, pero asegurando cada paso. Son momentos de tensión, muchas veces de tener que confiar en quien te acompaña si te tiende una mano...


El otro día pensaba en esto mientras bajábamos una pendiente, que aunque ancha, la tierra se movía, resbalaba, y te hacía perder el control de la situación si pisabas dónde no tocaba.

Pensaba en esto y en cuántas veces en la vida he atravesado estos caminos, y en cuántas más veces los atravesaré. Sin embargo, mi cayado no se va a quebrar. Mi apoyo es Dios.

A veces me doy cuenta de que estoy caminando sola (por mi parte, no por la Suya), pero siempre a tiempo vuelvo a Quién me da reposo y me alienta.

A Quién lo es todo y me ha dado todo lo que tengo.

A Quién pensó en mí mucho antes de que yo existiera.

A Quién me ama a pesar de quién y cómo soy.


Por ello, sí, la vida será como un sendero, con sus señalizaciones borrosas y sus caminos serpenteantes y resbaladizos, pero tengo la certeza que no camino sola. Confío en Dios.


Pensando en esto el otro día, me vino un conocido salmo de David.

El Señor es mi pastor,
nada me faltará.
En lugares de verdes pastos me hace descansar;
junto a aguas de reposo me conduce.
Él restaura mi alma;
me guía por senderos de justicia
por amor de su nombre.
Aunque pase por el valle de sombra de muerte,
no temeré mal alguno, porque tú estás conmigo;
tu vara y tu cayado me infunden aliento.
Tú preparas mesa delante de mí en presencia de mis enemigos;
has ungido mi cabeza con aceite;
mi copa está rebosando.
Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida,
y en la casa del Señor moraré por largos días.







sábado, 29 de marzo de 2014

Los Nadies


Sueñan las pulgas con comprarse un perro y sueñan los nadies con salir de pobres, que algún mágico día llueva de pronto la buena suerte, que llueva a cántaros la buena suerte; pero la buena suerte no llueve ayer, ni hoy, ni mañana, ni nunca, ni en lloviznita cae del cielo la buena suerte, por mucho que los nadies la llamen y aunque les pique la mano izquierda, o se levanten con el pie derecho, o empiecen el año cambiando de escoba.

Los nadies: los hijos de nadie, los dueños de nada.

Los nadies: los ningunos, los ninguneados, corriendo la liebre, muriendo la vida, jodidos, rejodidos:

Que no son, aunque sean.
Que no hablan idiomas, sino dialectos.
Que no profesan religiones, sino supersticiones.
Que no hacen arte, sino artesanía.
Que no practican cultura, sino folklore.
Que no son seres humanos, sino recursos humanos.
Que no tienen cara, sino brazos.
Que no tienen nombre, sino número.
Que no figuran en la historia universal, sino en la crónica roja de la prensa local.

Los nadies, que cuestan menos que la bala que los mata.


(Los nadies. Eduardo Galeano)

sábado, 22 de marzo de 2014

In Christ Alone

"Sólo en Jesús" es un potente himno. 

Me gustaría copiarlo en castellano, pero todas las traducciones que he encontrado por la red a este himno/canción, no me han parecido lo suficientemente fuertes de carácter/expresión como lo es el propio inglés, y tampoco se ajustaban a la versión que entonamos en la iglesia. 

Os la dejo para reflexionar. 
(yo me quedo con "en el amor de Cristo estoy" y al final casi, "desde nacer / hasta morir, / Cristo gobierne mi existir". también es una oración).


"In Christ Alone"

In Christ alone my hope is found,
He is my light, my strength, my song;
this Cornerstone, this solid Ground,
firm through the fiercest drought and storm.
What heights of love, what depths of peace,
when fears are stilled, when strivings cease!
My Comforter, my All in All,
here in the love of Christ I stand.

In Christ alone! who took on flesh
Fulness of God in helpless babe!
This gift of love and righteousness
Scorned by the ones he came to save:
Till on that cross as Jesus died,
The wrath of God was satisfied -
For every sin on Him was laid;
Here in the death of Christ I live.

There in the ground His body lay
Light of the world by darkness slain:
Then bursting forth in glorious Day
Up from the grave he rose again!
And as He stands in victory
Sin's curse has lost its grip on me,
For I am His and He is mine -
Bought with the precious blood of Christ.

No guilt in life, no fear in death,
This is the power of Christ in me;
From life's first cry to final breath.
Jesus commands my destiny.
No power of hell, no scheme of man,
Can ever pluck me from His hand;
Till He returns or calls me home,
Here in the power of Christ I'll stand.

miércoles, 5 de febrero de 2014

Gracia (avanzadilla)

Por la Gracia de Dios,
sé que hay un nuevo sol;
no por nuestra virtud, ni obras.
Hoy por la Fe, puestos en pie,
recordemos a Aquél que nos salvó.

Iglesia no te envanezcas, 
teme al Señor, abre tu corazón.
Somos familia, somos de Dios,
que el Espíritu obre con renovación.

Digamos Gloria a Dios, 
con gozo y viva oración.
Manos abiertas con dedicación.
¿Quién se enferma y yo no?
¿Quién tropieza y no voy?
Nuestra fuerza está en el Señor.
Padre Eterno a tu iglesia, guía hoy.



La Gracia y la Fe. La Fe y la Gracia.

Llevo un tiempo, meses, meditando en ello. Y el pasado domingo, en la iglesia, nos hablaron acerca de esto mismo, meditando en un pasaje del apóstol Pablo a la iglesia en Galacia.


Sigo dándole otra vuelta más. Espero recapitular todo y compartirlo pronto. Mientras tanto, ¿por qué no le das una vuelta conmigo?




sábado, 12 de noviembre de 2011

Último viaje en bicicleta - 13/11/2010

Hace un año que pedaleó en su bicicleta a la presencia de Dios, cogido de mi mano, que lo acompañaba en el viaje... 


Era una persona tranquila, pacífica, que nunca hablaba una palabra más alta que la otra.

Sus ojos azules te miraban, muy serios, cada vez que, con humor, te hablaba en broma. Ese humor diferente, más británico que de por aquí...

Ese dedo levantado en alto -como diciendo "ves con cuidado"- cada vez que iba a decir algo, importante o no.

Ha influido en muchas vidas: 4 hijos, 6 nietos (¡qué orgullo poder contarme entre ellos!), muchos amigos, gente en la iglesia, compañeros de trabajo, vecinos del barrio...

Pero, sin duda alguna, lo que más fuerza me da para seguir adelante es la forma en que vivió su fe. Una esperanza en Cristo sólida, sin atisbo de duda, al menos de cara a la galería... Y he aquí uno de sus textos favoritos:

     Bendice, alma mía, al SEÑOR,
         y bendiga todo mi ser su santo nombre.
        Bendice, alma mía, al SEÑOR,
         y no olvides ninguno de sus beneficios.
El es el que perdona todas tus iniquidades,
         el que sana todas tus enfermedades;
el que rescata de la fosa tu vida,
         el que te corona de bondad y compasión;
el que colma de bienes tus años,
         para que tu juventud se renueve como el águila.
El SEÑOR hace justicia,
         y juicios a favor de todos los oprimidos.
A Moisés dio a conocer sus caminos,
         y a los hijos de Israel sus obras.
Compasivo y clemente es el SEÑOR,
         lento para la ira y grande en misericordia.
No contenderá con nosotros para siempre,
         ni para siempre guardará su enojo .
No nos ha tratado según nuestros pecados,
         ni nos ha pagado conforme a nuestras iniquidades.
Porque como están de altos los cielos sobre la tierra,
         así es de grande su misericordia para los que le temen.
Como está de lejos el oriente del occidente,
         así alejó de nosotros nuestras transgresiones.
Como un padre se compadece de sus hijos,
         así se compadece el SEÑOR de los que le temen.
Porque El sabe de qué estamos hechos,
         se acuerda de que somos sólo polvo.
El hombre, como la hierba son sus días;
         como la flor del campo, así florece;
cuando el viento pasa sobre ella, deja de ser,
         y su lugar ya no la reconoce.
Mas la misericordia del SEÑOR es desde la eternidad hasta la eternidad, para los que le temen,
         y su justicia para los hijos de los hijos,
para los que guardan su pacto
         y se acuerdan de sus preceptos para cumplirlos.
El SEÑOR ha establecido su trono en los cielos,
         y su reino domina sobre todo.
Bendecid al SEÑOR, vosotros sus ángeles,
         poderosos en fortaleza, que ejecutáis su mandato,
         obedeciendo la voz de su palabra.
Bendecid al SEÑOR, vosotros todos sus ejércitos,
         que le servís haciendo su voluntad.
Bendecid al SEÑOR, vosotras todas sus obras,
         en todos los lugares de su dominio.
         Bendice, alma mía, al SEÑOR.

Salmo 103
(La Biblia)

domingo, 31 de enero de 2010

Por quien eres Tú

Por quien eres Tú te doy la gloria.
Por quien eres Tú te doy mi amor.
Por quien eres Tú hoy levantaré mi voz
y te adorearé, por quien eres Tú.

Jehová Jireh, eres quien provee.
Jehová Nissi, Tú peleas por mí.
Jehová Shalom, mi Príncipe de Paz.
Y te adoraré, por quien eres Tú.

(Coalo Zamorano)




Una canción nueva para el coro. Pero es más que una canción. Muchas veces cantamos sin darnos cuenta de lo que realmente decimos. Y no es simplemente darse cuenta. Es decir simplemente la verdad. Por eso, no canto simplemente porque una canción me guste. La letra ha de ser verdadera para mí.

Y ésta, como muchas otras, lo es en especial. No soy muy mayor, ni tengo mucha experiencia en la vida, pero eso para Dios no significa nada. Él no mira la edad.
Sin embargo, he podido experimentar lo que esta letra expresa. Él provee. Cuando no queda nada más, cuando no hay otra aparente solución, Él nos da aquello que necesitamos. Y pelea por mí, cada día, incluso desde antes de que yo existiera. Ya luchó por mí, por mi vida, en una cruz. Ahora lo hace también, para los dardos que contra mí lanzan. Este último año ha sido especialmente duro en ese sentido, y Él ha luchado por mí.

Gracias Señor. Por quien eres Tú te adoraré.

jueves, 23 de julio de 2009

Cuéntaselo en oración

¡Oh, qué amigo nos es Cristo!
Él llevó nuestro dolor,
y nos manda que llevemos
todo a Dios en oración.
¿Vive el hombre desprovisto
de paz, gozo y santo amor?
Esto es porque no llevamos
todo a Dios en oración.
¿Vives débil y cargado
de cuidados y temor?
A Jesús, refugio eterno,
dile todo en oración.
¿Te desprecian tus amigos?
Cuéntaselo en oración;
en sus brazos de amor tierno
paz tendrá tu corazón.
Jesucristo es nuestro amigo,
de esto prueba nos mostró,
pues sufrió el cruel castigo
que el culpable mereció.
El castigo de su pueblo
en su muerte El sufrió;
Cristo es un amigo eterno,
¡Sólo en El confío yo!




Es un himno clásico. Nunca había reparado en él.

Pero el domingo llegué pronto a la iglesia. Y antes de entrar fui a ver a mis abuelos. Me los encontré por la calle. Iban a dar el paseo matutino. Como tenía algo de tiempo los acompañé. Caminábamos despacio, la edad no les deje ir más aprisa.
Pasamos por delante de la iglesia cristiana china que hay en el barrio, a unos cientos de metros de aquella a la cual asisto yo. De su interior salía música y voces cantando, en chino, claro está. Mi abuela se detuvo a escuchar y dijo que conocía el himno y se sorprendió. Me dijo qué himno era y yo, cuando más tarde entré en la iglesia (en la mía) busqué en el himnario aquella que cantaban los chinos. Porque la melodía era agradable, ellos no cantaban mal, y lo poco que había cantado mi abuela me dejó con las ganas de saber qué cantaban.
Cuando lo encontré y lo leí me sorprendí. Y me hizo pensar bastante.

¿Se lo llevo todo a Dios en oración? ¿O soy selectiva con aquello que presento delante de Él? Me gusta la forma en la que insta a que nos acerquemos a Dios tal y como nos sintamos. Cuéntaselo en oración. También nos recuerda todo lo que Cristo ha hecho por nosotros, sin que lo merezcamos.



sábado, 24 de enero de 2009

Prosigo a la meta...

Center Of My Joy (Richard Smallwood)

Jesus, You're the center of my joy
All that's good and perfect comes from You
You're the heart of my contentment
Hope for all I do
Jesus, You're the center of my joy


Es un trozo de una canción que estamos aprendiendo el coro de la iglesia. Me gusta mucho la melodía y la armonía de las diferentes voces, y la letra también es muy bonita.

Lo cierto es que no reparé en la letra hasta unas horas después de haber empezado a aprenderla. Siempre me pasa.

Cristo es el centro de mi ser. Toda mi esperanza está en Él. Todo lo perfecto y bueno nace de Su amor. Cristo es el centro de mi ser.

Es un texto precioso para una melodía muy bonita también, pero la pregunta que me hago es ¿realmente es Cristo el centro de mi ser? Me encantaría poder decir que sí, pero estaría engañándome. Entonces la cuestión a abordar es ¿por qué no es realmente el centro de mi ser?

Es algo que me cuestiono muchas veces a lo largo de cada año. Me propongo, en fechas en que todo el mundo se propone algo, que de una vez por todas haya un cambio completo, que sea 100% para Dios todo lo que haga, diga, piense… Pero, la naturaleza con que estamos creados no me permite llegar a darle ese 100%. Y siempre vuelvo al mismo punto. “Señor, dame fuerzas porque soy débil”. “Señor, quiero que realmente seas el centro”. Me propongo conseguir estar cerca de Él, tenerlo en cuenta en cada decisión… Le pido a Él que me ayude…

Pero siempre acabo en el mismo punto. A veces, me doy cuenta de que he avanzado un poco, aunque también hay otras en que retrocedo como los cangrejos. Pero no cesaré en el intento.

Como decía Pablo, “prosigo a la meta”… (Filipenses 3)

martes, 21 de octubre de 2008

Sequía...

No son muchos pero Dios los puso ahí,
un poquito más cercanos, me los regaló a mí,
para hacerme comprender un poco más
el calibre del amor de mi Padre celestial.

No son muchos, pero no los hay mejores en la tierra,
sin temor a los leones en la arena.
Sólo pendientes de que alguien me proteja,
aunque el precio sea mayor, son amigos,
y no tengo que dar nombres o apellidos...
... porque ellos mismos ya se saben aludidos.

No son muchos pero Dios los puso ahí,
extranjeros de otra talla, tan insólitos aquí,
que me respetan y regañan a la vez,
y me quieren como soy, aunque me conocen bien.

Están cerca, no me es fácil engañarles,
porque llevan mis heridas y miserias en su pecho,
y jamás me echan en cara lo que han hecho,
aún teniendo una razón,

son amigos, no hace falta dar sus nombres o apellidos...
...porque de sobra ellos se saben aludidos.

No son muchos pero Dios los puso ahí,
peregrinos incansables, luchadores de marfil,
forasteros con nostalgia del hogar,
en sus frentes brilla el sol, en sus manos siempre
hay pan......

...y en sus labios
no hay engaño ni traición porque son sellos,
y jamás he visto zánganos más bellos,
ni me he reído tanto, como junto a ellos,
aún en medio del dolor,

son amigos,
y no quiero dar sus nombres ni apellidos...
...ellos lo saben y se dan por aludidos
Mi regalo, Marcos Vidal
...
Llevo unos días de sequía verbal. Y bueno, he estado pensando muchas, muchas cosas. No sé. Creo que estoy en un punto de mi vida en que cada cosa que haga va a implicar cosas en el futuro. En realidad, es siempre así, pero ahora es como que me doy más cuenta y bueno, hay que verlo todo bien.
Por otro lado, tengo la sensación de que hay ciertas cosas que no avanzan, a veces incluso van hacia atrás. Y no quiero seguir así. Llevo mucho tiempo dándole vueltas y quiero hacer algo, pero no sé cómo plantearlo para que no ofenda a las personas implicadas, ni se vean heridas.
Y bueno, el texto es una canción de Marcos Vidal. Cada vez que la escucho me acuerdo de muchas personas, de algunas que están cerca y de otras que no lo están tanto. Y le doy gracias a Dios por haberlas puesto en mi camino, y desde aquí disculparme si a veces no saben mucho de mí y no les pregunto por ellos mismos. No es que no me preocupe por ellos, sino que muchas veces no quiero llenarlos con mis preocupaciones y mis "tonterías".
En fin, muchas cosas en qué pienso y que muchas veces no sé expresar bien con las palabras.

lunes, 1 de septiembre de 2008

Tiempo

Todo tiene su momento oportuno;
hay un tiempo para todo lo que se hace bajo el cielo:
un tiempo para nacer,
y un tiempo para morir;
un tiempo para plantar,
y un tiempo para cosechar;
un tiempo para matar,
y un tiempo para sanar;
un tiempo para destruir,
y un tiempo para construir;
un tiempo para llorar,
y un tiempo para reír;
un tiempo para estar de luto,
y un tiempo para saltar de gusto;
un tiempo para esparcir piedras,
y un tiempo para recogerlas;
un tiempo para abrazarse,
y un tiempo para despedirse;
un tiempo para intentar,
y un tiempo para desistir;
un tiempo para guardar,
y un tiempo para desechar;
un tiempo para rasgar,
y un tiempo para coser;
un tiempo para callar,
y un tiempo para hablar;
un tiempo para amar,
y un tiempo para odiar;
un tiempo para la guerra,
y un tiempo para la paz.
___
La Biblia

viernes, 30 de mayo de 2008

Creo

Creo en Ti, como creo en el sol
Que me da su calor.
Creo en Ti, ¡oh bendito Señor!
Pues me das tu amor.
Creo en Ti porque si no creyera
Mi alma huérfana fuera
Y en mi vida no habría
Ni la luz ni el amor.
Creo en Ti a pesar de los hombres,
A pesar de la duda, a pesar de mí misma,
Oh Jesús, creo en Ti.
Creo en Ti si mi fe languidece,
Cuando casi se extingue,
Oh Jesús, creo en Ti.

Creo en Ti al mirar la belleza
De tu magna creación.
Creo en Ti cuando escucho el reír
De tu gente feliz.
Creo en Ti, pues me diste tu mano,
Cuando yo estaba sola
En inmensas tinieblas,
Sin la luz y el amor.
Creo en Ti, aunque otros se burlen
Y que iluso me juzguen,
Oh Jesús, creo en Ti.

lunes, 5 de mayo de 2008

Sonrisa

Una sonrisa cuesta poco

y produce mucho.

No empobrece a quién la da

y enriquece a quien la recibe.

Dura sólo un instante

y perdura en el recuerdo eternamente.

Es la señal externa de la amistad profunda.

Nadie hay tan rico, que pueda vivir sin ella,

y nadie tan pobre, que no la merezca.

Una sonrisa alivia el cansancio,

renueva las fuerzas

y es consuelo en las tristezas.

Una sonrisa tiene valor desde

el comienzo en que se da.

Sí crees que a ti, la Sonrisa,

no te aporta nada, sé generoso y da la tuya,

porque nadie tiene tanta necesidad de la Sonrisa,

como quien no sabe sonreír.
___
Hay momentos en que me cuesta sonreír, o que incluso olvido cómo hacerlo.
Alguien me hizo llegar un día este texto. Gracias.
Estos días me rondaban por la memoria un par de estos versos. Hoy sólo quería compartirlos aquí.