De cuando parece que alguien es adulto, pero eso. Sólo lo parece. Porque a la hora de la verdad, las acciones, reacciones, conductas y comentarios son más bien de niño o adolescente. Vamos, modo "adultescente" total.
Y la verdad, es que una pena. Una gran pena. Porque es alguien que quieres, al que respetas y no puedes entender cómo es posible que diga y haga tan cantidad de sandeces.
Parece que no tiene nada que ver con el título, pero sí. Esta es la segunda semana en Fase 1 en mi región. Lo acertado de los permisos y demás es otra cuestión, lo que vengo a decir es que nos han dado unas recomendaciones para ciertas restricciones que han levantado del confinamiento. Por ejemplo, podemos viajar o ir a visitar dentro de la provincia, podemos reunirnos hasta 10 personas (manteniendo distancia de 2 metros), y han reabierto bares y restaurantes con limitación de aforo.
Lo siento, lo primero que quiero hacer en esta fase es, cuando mi familia quiera, es ir a verlos. Mantener distancias y poder abrazarnos con la mirada, porque físicamente no es prudente.
Lo siento por no querer montar una fiesta en casa con amigos, ni salir a comer/cenar a ningún sitio. Pero es que yo sé qué precauciones he tomado yo en estos dos meses largos, pero no sé las que habrán tomado el resto ni las personas con las que se habrán juntado.
¿Y si somos asintomáticos y no lo sabemos? ¿Y si por juntarnos sin ton ni son la liamos y podemos en riesgo a terceras personas? ¿No podemos retrasar las convenciones sociales un poco? No me apetece quedar con nadie. No por nada. Es simple seguridad y prevención de riesgos.
Que lo primero que quieran hacer sea montar fiesta, vale, pero no en mi casa. Tener que enterarme que quien tu madre que está comiendo ahí y se ha pasado las precauciones por el forro polar el día de antes ha estado de fiestuki con amigos, ¿perdona? ¿Por qué me pones en riesgo? ¿Estás seguro que de todo ese entorno nadie, absolutamente nadie ha pasado o tiene ahora mismo el puñetero coronavirus? ¿No? Pues entonces... lejos.
Pero claro... si digo todo esto, primero no se me entiendo. Segundo, se me acusa de que es que no quiero ver a nadie, que si tal que si cual.
No. Quiero mantener la distancia. Quiero poder ver a mi gente primero. Quiero que comprendas eso y respetes mi decisión, y mi opinión.
Pero por contra, no. Nos pones en riesgo. Parecemos niños. Qué poco respeto, qué poco sentido común. Qué vergüenza...
No es tan difícil. DESESCALADA RESPONSABLE, no quiero volver a confinarme.
Páginas
"No existen más que dos reglas para escribir: tener algo que decir y decirlo"
Oscar Wilde
Oscar Wilde
martes, 26 de mayo de 2020
Desescalada Responsable
tema:
actualidad,
en q pienso?,
indignación
martes, 19 de mayo de 2020
Como el perro y el gato
Seguimos... ya no sé si esto es irreconciliable o qué...
Estoy KO.
Saturada.
Rota.
tema:
en q pienso?,
familia,
íntimo
miércoles, 13 de mayo de 2020
Cinco años en un post
¿Cómo resumir 5 años en un post?
Lo adelanto, seguramente, muy mal, desordenado y muy por encima. O, por contra, me enrollo cual persiana y escribo hasta aburrir...
2015 fue el año de todos los cambios habidos y por haber. Ese año tenía un objetivo deportivo grandioso, el maratón. A nivel laboral, estaba cansada de ninguneos en la empresa y no sabía cómo proceder; en lo personal, harta de estar en casa y sentirme controlada, relación con la familia tensa (con mi hermana poca o nula, con mi madre tensa y con mi padre cordial y justa). En el amor... revuelta. En la fe, perdida.
En medio de este panorama apareció él. Compañero de trabajo, de hecho, medio subordinado, atento, amable, que se preocupaba. Que tenía un algo, que parecía buena persona y todo corazón. Y me enamoré, pero como siempre he pensado, "él no se ha fijado en mí". Pero resulta que sí lo había hecho. Me lo confesó una noche, después de muchas semanas y meses de ser mi soporte en el curro, alguien en quien confiar y apoyarme, me dijo que le gustaba desde que había entrado a trabajar y que conforme me había ido conociendo, le había terminado de encantar. Nacho. Con Nacho empezó todo rápido y quizá, "saltándonos" algunos pasos.
Llevaba desde primavera pensándolo, y buscando, y fue en verano cuando, sin margen de reacción alguna para nadie, cogí, busqué piso y me emancipé, de una forma bastante brusca con mi madre, con el consiguiente disgusto por su parte, bronca por parte de mi hermana y ruptura de prácticamente todo contacto con ellas.
En otoño corrí el maratón, lo disfruté y sufrí de igual manera, y me dio para pensar que hasta aquí, que iba a pedir la baja en la empresa. Había recibido semanas antes una oferta diferente, arriesgada en muchos aspectos, y recorriendo Valencia a pie me di cuenta de que era el momento.
Así que, esa misma semana post maratón, comuniqué la baja y en 15 días empezaba en otro sitio. Vaya un año convulso y emocionante... emancipación, pareja, maratón, familia medio rota (más aún), nuevo empleo.
2016 y 2017 fueron dos años que ni recuerdo. Con la familia las cosas mejoraron, con Nacho vimos que no tenía sentido pagar alquiler teniendo un piso (él) vacío que podíamos usar y ahorrarnos el alquiler, trabajo bien pero al poco vi que se me quedaba muy pequeño, así que empecé una búsqueda que se me hizo algo larga... En el cambio del 16 al 17, Nacho me pidió en matrimonio, y como parecía que iba bien todo (piso reformado, trabajos estables aunque descontentos), pues se ve que pensó que es lo que había que hacer, así que pusimos fecha para la primavera de 2018 y al lío.
2018 tenía que haber sido un año precioso. Pero no lo fue del todo. Mi abuela materna falleció el día del cumpleaños de mamá, después de un mes de dejarse ir, de no querer luchar, a mi padre le diagnosticaron un cáncer por casualidad (benditos tests de prevención) el cual superó sin problemas pero que se llevó por delante de nuevo la relación con mi hermana apenas dos meses después de la boda. También cambié de trabajo, y lo que parecía iba a ser un proyecto muy interesante, resultó rana porque la dirección no soltaba para hacer lo que quería que se hiciera... En fin, cosas que pasan a veces. Y yo recaí estrepitosamente después de todo un año tenso. Recaí como nunca en 11 años de enfermedad a trompicones.
Además, con todo lo que sucedió los meses después de la boda, hizo que el inicio del matrimonio no fuera muy allá después de 6 meses...
Y así seguimos. En 2019, poco a poco recuperé a mi hermana, mi padre ya está sano, con Nacho las cosas iban a trompicones mal, y en el trabajo tampoco estaba bien, así que en verano casi volví a cambiar.
Del resto de 2019 me quedo con el cambio de empleo (llevo casi un año ya), que fue para bien y que siga así, la mejora de relaciones con la familia, y poco más. Porque yo sigo en el torbellino de destrucción tca, con Nacho las cosas han ido cada vez a peor. Tanto es así, que pasé Nochevieja en casa sola viendo una serie sin ganas de nada. También es cierto que unos días antes me noté un bultito y me cagué viva, y no me apetecía nada de nada, y el pasotismo de Nacho no ayudó.
Y así entramos en 2020. El bultito no fue nada, aunque sigue ahí (se supone que se irá... ), con Nacho todo igual o peor. En febrero, después de la semana de locura que pasamos con mi abuela y su partida, me tomé unos días lejos para pensar y recomponer y los buenos propósitos que dijimos al volver y tratar los temas se han quedado en papel mojado con toda la crisis sanitaria.
De forma que, en 3 semanas es mi aniversario de boda, el segundo (el primero ni lo celebramos), y no sé si quiero seguir con esto, pero tampoco puedo irme a ningún sitio porque estamos en confinamiento.
Vamos, que ha sido un lustro interesante. De cambios, de mejoras, de crecimiento, pero también de marchas atrás.
No sé bien qué pasará después de todo esto...
Seguiremos soltando ideas.
tema:
actualidad,
en q pienso?,
familia,
íntimo,
personal
jueves, 7 de mayo de 2020
Soltando lastre...
Hace un siglo que no escribo. De hecho, el último post escrito aquí, hace más de 5 años, me ha roto un poquito más al releerlo.
Mi abuela, la de los ojos azules que habíamos ingresado en la residencia, partió hace 2 años después de casi dos meses de sufrimiento para la familia. Mi otra yaya, la paterna, mañana hará 3 meses que también se fue de viaje eterno.
¿En qué año estamos? 2020. El año que va a ser recordado por un hecho global sin precedentes en la época moderna. 2020, el año del SARS-Covid-19, coronavirus o virus de las narices.
Hoy es 7 de mayo, en España llevamos en Estado de Alarma, confinados y con movilidad reducida desde el pasado 14 de marzo. pero es que está todo el mundo igual.
Desde hace unos días podemos salir a la calle a pasear o hacer deporte en dos franjas horarias determinadas, y sino, sólo podemos ir al supermercado o a aquellos sitios en los que tengamos concertada cita previa. Con mascarilla, guantes y demás. Se estudiará en los libros de Historia.
Esto empezó en China, parece, a finales de 2019 y, gracias a la globalización y todas esas ventajas que hasta ahora parecía nos daban la modernidad, la tecnología y todos los recursos de que disponemos en pleno siglo XXI, pues resulta que ha hecho que se mueva más rápido casi que la luz, y que, a día de hoy, haya infectado oficialmente a casi 3 millones 800mil personas en todo el mundo, y haya matado a casi 300 mil personas. Y digo oficialmente porque el recuento en cada sitio se hace de una manera, y no se sabe realmente cómo funciona aún el virus, ni nada por el estilo. Así que bien podrían ser muchos miles más de casos porque los países no están dando abasto con los tests, y todo esto... Porque sí, ha tocado en todos los puntos de este planeta. Desde el punto con mayor riqueza, hasta aquellos lugares donde, por desgracia, la pobreza es absoluta. Si es desolador en el primer mundo y con ventajas, en aquellos países con dificultades de normal, esto es una losa más... Es muy triste todo.
Y no sigo con esto, pero esto va a marcar, o debería marcar, un antes y un después de la vida moderna que conocíamos hasta ahora.
Pero bueno, vengo a soltar lastre, soltar todo eso que llevo guardando semanas porque confinada y sin ver a nadie más que a mi gato y a mi marido, complicado es desahogarse.
Porque ahí está la cuestión... me salto 5 años de un plumazo y suelto lastre. No sé si mi matrimonio va a seguir adelante. Llevamos casi 24 meses unidos según la ley, y de esos casi 24, llevamos más de 13 que las cosas no van muy bien.
Y como no sé qué va a pasar, ni cómo vamos a salir de esto, y tampoco puedo contarle a nadie, pues, o me estalla la cabeza, o decido escribir.
Somos diferentes, pero teníamos cosas en común, quizá no muchas, pero sí que nos une/unía algo.
Pues eso, que no estamos bien, y el confinamiento, como muy me temía, no nos ha unido, sino que nos ha separado más todavía. Eran las dos posibilidades... 24h juntos, 7 días a la semana durante más de 8 semanas... pues acabas más unido que nunca a la persona que tienes al lado, o la cosa se complica y se rompe todo.
Estamos ahí, en ese punto. En el punto de ¿qué hacemos? Bueno, llevamos así ya unos cuantos meses, de hecho, me fui 3 días sola a perderme para encontrarme y al volver hablamos y tal. Pero nada. Todo igual, no ha cambiado nada (por parte de ninguno, también he de ser sincera). No voy a excusarme, porque yo también soy responsable de muchas cosas. Pero no puede seguir así.
Ahora mismo, tenemos la casa partida en 2, menos mal que es grande... apenas nos cruzamos, apenas hablamos, es más que duro. Si ya, de por sí, el puñetero confinamiento nacional ha sido una pesadilla, confinarte dentro de tu propia casa, en apenas dos habitaciones es el súmum.
En fin, no sé qué va a pasar, ni si vamos a volver a estar bien, si cuando hablemos sobre qué hacer no sé cuándo, esto seguirá adelante o si no lo hará.
Rota se queda corto al lado de cómo me siento...
tema:
actualidad,
en q pienso?,
familia
Suscribirse a:
Entradas (Atom)